jueves, 29 de octubre de 2009

Ella canta. Él toca el violín.

Ella canta. Él toca el violín. Y, aunque también toca el piano y compone y orquesta: Él, toca el violín.
Si bien se conocen y admiran mutuamente, e incluso coincidieron en las escuelas de artes de La Habana, cada cual ha tenido su propia carrera y muy escasas veces han coincidido en escenarios. Yo sé de una vez en Madrid. ¿Tal vez alguna más en este último año en Miami donde actualmente viven ambos?.
Musical y humanamente cada uno de ellos es un universo. Infinitos. Si los hago coincidir aquí es porque, cuando el mundo aprieta y no hallo el modo de saciar las ganas de liberarme tocando la guitarra, hay un sueño que me calma: el sueño de estar encerrado en un cuarto con ellos dos durante muchas horas, sirviendo de alucinado, frágil y manso puente sobre el que deslicen toda la música que son capaces de conjurar. Es uno de mis más recurrentes y hermosos sueños. Y también uno de esos melancólicos, improbables hasta que tuve que abandonar la isla, fraccionados mi pequeño gran mundo profesional, mi familia, mis amigos; todos un único cuerpo mío diseminado por medio mundo.
La música casi les queda pequeña. Es juguete en sus manos. Pero no como elegante casita de muñecas o estáticos soldaditos de plomo, sino como uno de aquellos enigmáticos artefactos chinos o rusos, básicos o no básicos o dirigidos que caían en nuestras manitas de pequeños y que, después de un par de días, saciados y curiosos, comenzábamos a desarmar lentamente hasta convertirlos en un amasijo de tuercas y trozos de lata, que nunca más conseguíamos rearmar.
Y en ese punto se hace luz la diferencia: Gema Corredera y Pedro Alfonso pueden desarmar la música en piezas mínimas, casi indescifrables para otros, e inmediatamente volverla a recomponer. Incluso, pueden convertir el puzzle derramado en otro artefacto distinto y tranquilamente volver a desarmarlo. Eso les permite no aburrirse ni aburrir jamás a nadie. Y sin caer en la irrespetuosidad de hacerle perder su esencia, el ánima con que ha sido creada. Esto, que parece y debiera ser el primer y fundamental artículo de la Constitución en el probable País de la Música, requiere de mucho talento, alta sensibilidad y, por supuesto, de estudio y profesionalismo.
Ella canta, él toca violín y sé que se conocen muy poco. Aun. Pero, musicalmente, tienen más rasgos en común que dos gemelos parecido. Y de ellos el más disfrutable es ese discretísimo y muchas veces irónico guiño al humor, al buen humor con que recrean casi toda la música que interpretan. Amén de la capacidad de improvisar, dibujar y desdibujar lo creado por otros o por ellos mismos. Y no hablo de jazz, ese universo populoso y fértil donde la improvisación tiene su paraíso. Que también. Hablo de dos músicos que están unos grados más allá de géneros musicales, de respetables conceptos academicistas, más allá de todas las convenciones, pero también un grado antes del rebuscamiento y la pedantería de los superdotados.
Ellos ven la música, no solo la escuchan. Como vemos el semáforo y, ante el color amarillo, vamos disminuyendo la velocidad para no colisionar, los escuchas musicar y percibes que conocen y manejan a su antojo todo el enrevesado tráfico de los sonidos, y que se mueven en ese anárquico mapa como nos movemos el resto en una amplia autovía.
Y si, aun en este punto, a algún buen conocedor de músicos talentosos pudieran parecerle notablemente frecuentes estas maneras que apunto, les aseguro que lo que consiguen Gema y Pedro a partir de todo lo anterior, no se aprende, no se estudia, no se ejercita.
Conseguir estremecer el alma y curar espantos y ejercer el amor solía ser patrimonio de brujas y de ángeles en viejos cuentos. También la música lo consigue cuando quien la ejecuta está abducido por esa pócima de poesía conque Dios nos premia a todos, pero que sólo en algunos se manifiesta.
No creo que estas dos criaturas sean conscientes siquiera de la verdadera dimensión de lo que provocan en quienes hemos tenido la suerte de escucharlos. Tampoco puedo garantizar que, como a mí, a todos les resulte seductora su música.
Pero sé que seríamos muchos más a estremecernos si este absurdo circo que es la vida moderna renovara de vez en vez su triste espectáculo o alternara, al menos, los protagonistas.
Y, ojo, tampoco descarto que ambos hayan sido puestos ahí tan sólo para que, cuando el mundo aprieta, pueda yo soñar un cuartito mágico donde, en su música, refugiarme.
Sólo propongo que anoten ambos nombres, y que si tienen la oportunidad alguna vez de verlos en la cartelera de un teatro, de un club, de una tarima o en un banco de parque (que el diablo son las cosas), no lo piensen dos veces, procuren escucharlos. Son dos enormes artistas que les harán sentir cuánto mejor puede ser la vida gracias a gente como ella, Gema Corredera, la que canta, y él, Pedro Alfonso, el que toca el violín.

Y ahora, con perdón, aunque sé que lo que corresponde es una muestra en fenomenales videos grabados en espectaculares teatros, sonido surround y calidad de nominados a Grammy, lo que cuelgo dista de ser profesional: videos de cámaras no profesionales, sonido ambiente en primeros planos, montaje en computadoras caseras. A quienes esas cosas importen, que se salte estas y vaya directamente a Youtube, o a http://www.pedroalfonso.com  donde hay cosas de mayor calidad. Pero a mí la naturalidad y humildad con que estos músicos amigos se entregan, sin melindres ante la "contaminación ambiental", me conmueve al tiempo que los eleva otro grado en la escala de mis favoritos.
Mister Violín
Gema y Pavel

"Gema Corredera", acompañada por Son de Oro en La Reina de Cuba, Madrid, julio 2006. A la guitarra: Rubén Aguiar Muñoz; piano: Leo Herrera, bajo: Danny Aguiar Muñoz, friscornio: Yaure Muñiz, congas: Ángel Aguiar Muñoz.



Pedro Alfonso al Violín. Temas: Flamenco en Dos Patas, autor: Pedro Alfonso.
"Inolvidable", "Dos Gardenias". Participan: Judith Rodés (cantante, percusión menor), Osmandy Fuentes (bongoes ), Pedro Pablo Rodriguez (cajón, percusión cubana), Arturo Mena (piano, teclados),Rubén Aguiar Muñoz (guitarra y bajo). Invitado: KIM (guitarra). Concierto con Amadito Valdés. SEUL, KOREA, Agosto de 2007.


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15 comentarios:

  1. Gema gime, gimotea,
    con la historia que Rubén
    ha escrito en su blog. También
    Pedro Alfonso lagrimea.
    El laptop chisporretea,
    suelta amarras el teclado.
    Los diptongos, el helado,
    la cerveza, los acentos...
    Judith: estamos contentos,
    gracias por haber viajado!

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  2. ¡Sorpresa!, Mister Violín
    tensa el arco de la rima
    y gime versos encima
    del blog. ¡Se apunta al festín!
    ¿No hay música? No es el fin:
    Pedro es poeta también.
    Aunque esta vez “no sé bién”
    si versa por amistad,
    por hobby, por vanidad
    o por tocar con Rubén.

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  3. A mi amigo Rubén.

    Es un ser abandonado,
    solitario, en su escondite...
    la lámpara se derrite
    con este genio atrapado!
    Destella. Desde el tablado
    se iluminan los senderos,
    se estremecen los blogueros
    con la nueva aparición:
    El blog ya tiene canción.
    El desierto, su aguacero.

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  4. El desierto, el bloguerío,
    redes, Internet, mensaje...
    ¡Cuánto ha cambiado el paisaje
    del cubano, amigo mío!.
    Ya no rimamos "bohío"
    ”palmar”, “totí”, “guardarraya”.
    Pero el verso no desmaya
    y aunque le quiten el güin,
    mi guitarra y tu violín
    la Décima no se calla.

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  5. Ay, Dios mío, qué problema
    esta repentina décima...
    esta perenne milésima
    (en parte, culpa de Gema)
    Sencilla como un teorema
    y limpia como un hisopo,
    Sensual y ardiente piropo,
    verdad que no dije nunca:
    como pirámide trunca,
    como fábula de Esopo.

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  6. Ya estoy de vuelta, vencido
    de la ciudad, de cantar
    mis apetitos de mar
    y buena fortuna. Herido
    de tanta ausencia en mi nido
    permíteme suponer
    que tu décima ha de ser
    bálsamo para mi cruz,
    hasta que se haga la luz
    y regrese mi mujer.

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  7. Este rimar anoréxico,
    esporádico y raquítico
    tiene un motivo político:
    estaba de gira en México.
    Humillado ante el disléxico
    empeño que nos conmina
    suelto amarras: en la tina
    he de escribir, en el baño,
    o trepado en un escaño
    o embriagado en la cantina.

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  8. Pues, yo, sin estar de gira,
    me he perdido una semana.
    ¿La razón?: que de La Habana
    ya regresó mi guajira.
    Mi alma sonríe, suspira
    mi corazón, se estremece
    la casa, desaparece
    con su calor la humedad,
    se muere la soledad
    y el viejo árbol florece.

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  9. Estuve leyendo un poco
    lo que escribiera tu hermano...
    ¡qué bien usa el castellano
    el benjamín, el chicoco!
    Sin que se me rompa el coco
    hago un cálculo veloz
    y te digo aquí, entre nos,
    que con ventaja yo gano
    pues él te tiene de hermano
    mas, yo, los tengo a los dos.

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  10. No sabes cuánto nos tienes.
    Tu coco ni se imagina
    con qué peligro se inclina
    la mesa si no intervienes,
    si te callas, si no vienes
    con tu décima o tu broma,
    tu violín o tu paloma,
    tu ingenio, magia y destreza.
    Sin ti está coja esta mesa.
    O vienes o se desploma.

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  11. He tardado un mes al menos
    para mi décima, amigo,
    y, aunque no tengo un testigo,
    mis argumentos son buenos:
    ocupado a brazos llenos
    me encuentro, y es natural,
    pues transmito en un canal
    llamado Mega TV
    un programa que inventé.
    ¿Nombre? Corte Comercial

    www.cortecomercial.com

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  12. ¡Todo un mes! ¡Cuánto pesar!
    ¡Pareció eterna esa pausa!
    Pero, por tu Nueva Causa
    valió la pena esperar.
    Mas, es hora de aclarar
    que no es el Sol, ni es la guerra,
    ni el CO2 que nos encierra,
    ni el petroleo, ni el hollín...
    sino tú, con tu trajín,
    el que calienta la tierra.

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  13. Buscando la poesía
    tropecé con este blog.
    ¿Con qué rima blog? Con frog,
    que es rana en inglés. ¿Cabría
    expandirse con porfía
    en este tema? ¿Tamaña
    osadía me enmaraña
    sin salida? Compañero,
    una noticia: en febrero
    voy a Madrid, voy a España!!!

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  14. ¡¿Que vas a venir a España?!
    ¡¿Y lo dices tan campante?!
    ¡Noticia así de importante
    requiere mundial campaña!
    ¡Vibra Europa! ... Si tamaña
    situación te ha de agobiar,
    no importa, ven a mi hogar,
    pues aquí, genio con swing,
    tú no eres Peter String:
    aquí eres Pedrito Aguiar.

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  15. Coñoooooooooooom y yo perdiéndome esto!!! ¡Prepárense!!!

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