jueves, 1 de octubre de 2009

Las cosas en su sitio

I - Gorky Aguila, el elegido.

He estado escuchando un montón de canciones (y entrevistas) de Gorky Águila, líder de la banda cubana "Porno para Ricardo" y nuevo "elegido" para buena parte del exilio cubano (el tradicional, el de los marielitos, el post-caída-del-comunismo y el mas reciente, el de los renegados y desorientados hijos de la revolución), que coincide casi en pleno en tomarlo de bandera artístico-musical, o parecido, probablemente con el noble propósito de enfrentar tantos años de novatroviservilismo pro-revolucionario. El chico tiene gracia, ideas claras y probablemente el coraje e intransigencia dignos de un nuevo Maceo, dispuesto a resistir cualquier cantidad de revolubalasos sin doblegarse.

Ahora bien, la verdad es que como artista, como cantante, como propuesta estética para enfrentar a la sofisticada banda sonora de la revolución de los Castro, su comunismo, el socialismo y la izquierda en general, el muchacho tiene todas las de perder, y con él tiene garantizada el exilio cubano la continuidad de esta triste derrota que dura ya cincuenta años. 

En lo personal me cae muy bien este compatriota. Pienso, además, que es respetable y respeto su particular propuesta de manifestarse a través de ese original performance que resulta de la simbiosis entre sus canciones y el personaje que él mismo es, apuesto a que de modo natural. 

Pero, Gorky no es una alternativa estética ni artística a ese montón de profesionales de la música y la trampa que disfrazan y edulcoran la tanta mentira de dictadores y demagogos con nobles combinaciones armónicas, melódicas y literarias y, sobre todo, desde una infraestructura de mercado, política nacional e internacional insuperable.



II - La canción hace la verdad.

Una bella melodía y un hermoso texto de amor hacen que millones de personas mitifiquen a quien los ha creado. El autor se convierte ya en personaje. Y ese personaje es, a esos tantos ojos, noble, sensible, romántico, sincero y termina siendo querido, adorado muchas veces por esas multitudes. Si ese hombre va y le dice a esas multitudes - "Soy feliz... vivo en un país libre, cual solamente quiere ser libre..."-, le van a creer y van a soñar con ese país. Y si, encima, ese hombre les cuenta eso con melodías casi tan bellas como aquella primera, podemos asegurar que va a ser muy difícil probar lo contrario, aunque se tenga la razón y ese hombre sea realmente un mentiroso, hipócrita y oportunista. 

Ese hombre, ese autor, ese artista existe realmente, multiplicado, por cierto, y no hay modo de hacerlo confesar (ya veremos por qué): solo podemos intentar desenmascararlo. Pero para ello hay que conquistar a las mismas y a otras multitudes, me temo que con ¿bellas canciones? ¿hermosos textos?  Lo seguro es que lo que contemos hemos de hacerlo con una banda sonora de igual o mayor calidad que la del personaje en cuestión.


III - Los principios y la conveniencia.

En este punto hay que hacer notar dos cosas: 

1- esta banda sonora tiene sus propios cánones, sus leyes, su particular lenguaje. No vale que un gran cantante de ópera o una estrella de la canción ligera o la salsa realicen una cruzada de sinceridad, con las mejores intenciones del mundo, para conseguir el noble fin de desenmascararlo. No funciona: hay que usar el mismo lenguaje, hablar el mismo idioma para que se te entienda; o sea, canción de autor, nueva trova, ese tipo de música que cuenta con el respaldo de esa peligrosísima clase que controla los hilos de la historia actualmente: los intelectuales. Hay que usar los códigos de este género, porque eso, Dios sabrá por qué, le procura a quien lo ejercita cierto hálito de credibilidad, de solvencia, yo diría que hasta permite hacer profecías desde la arrogancia de quien cree tener la verdad.

y 2 - para llevar a cabo esta batalla hay que hacer acopio de una valentía semejante a la de Gorky y asumir ciertos riesgos, algo que la mayoría de los músicos no están dispuestos a correr (porque hay que comer, por supuesto, no por otra cosa). El riesgo: si te metes con la izquierda vete buscando otra profesión. En todos lados del mundo por igual: si eres músico y te metes con la izquierda, no trabajas. Si no trabajas no cobras. Si no aceptas de vez en vez subvenciones, pagos de los presupuestos del estado, dinero que los contribuyentes... (no, eso suena muy técnico): dinero que el pueblo, los pobres, los ricos y las multitudinarias clases medias consiguen trabajando y cuyo destino queda en manos de los políticos más astutos; si no entras en ese juego te queda tan solo buscar otro oficio ó prostituir tu talento usándolo en lo que sea y vendiéndolo barato (entiéndase llegar al punto incluso de tener que cantar esas mismas canciones, de esos mismos personajes, algunas de las cuales se detestan, para ganar el pan y poco mas). Y es que las giras, las galas, los teatros, los festivales, las fiestas en ciudades y pueblos, los conciertos solidarios, los premios anuales, los encuentros de Word Music, etcétera, se costean con las subvenciones que los gobiernos de cada país, ciudad, pueblo, municipio o barrio, destinan de las arcas estatales para la "cultura", lo que ellos deciden que es “cultura”. Y de ello es de lo que viven los músicos; la mayoría, no los pocos Juanes, Madonnas, Shakiras, etc. que trabajan en otro "sector". Esto ocurre incluso en Estados Unidos, donde ni siquiera hay Ministerio de Cultura, pero donde otras instituciones, ONG ó asociaciones consiguen subvenciones para lo mismo. Este tipo de cosas es algo que no se le ocurre a quien piense que el éxito depende del esfuerzo personal, la creatividad, el libre intercambio también en el mercado de talentos, la capacidad de adaptación a los vaivenes de este mundo. Esto es cosa de sociatas, con perdón.

Por tanto, no hay modo de vivir de la música si no entras en ese circuito. Porque no hay alternativas. Así que, si hay que cantar loas a la izquierda, "venga, dónde tocamos hoy".

Nos hallamos ante un tema muy complejo: la contradicción entre los principios (y sus consecuencias para el estómago) y la conveniencia (y sus consecuencias para el corazón). Tema para otro momento.



IV - La música y la libertad.

Mi conclusión es que, si Gorky tiene el coraje de enfrentarse abiertamente al duro régimen de la isla, es también porque no posee una propuesta altamente artística que ofrecer, y porque, además, lo sabe.

En otras palabras: no va a poder vivir solo de la música, por lo tanto va a usar la música para procurarse lo que más placer le da y más necesita: libertad. 

Lo aplaudo y le deseo toda la suerte del mundo.

Pero, me interesa más ir al otro personaje, el de la cuestión.


V - Silvio Rodríguez: Las cosas en su sitio.

Ya sabemos lo que sienten por él sus adoradores. Por ello me fui a buscar a los detractores, y enterarme, internet mediante, también de las objeciones. Resumo lo que encontré: "Silvio Rodríguez es un individuo carente de ética, oportunista y malvado y un hipócrita mentiroso; no hay más que observar lo que dice en sus canciones y compararlo con su modo de vida para saberlo".

Como norma, los que lo adoran hablan del artista, los detractores hablan del hombre. 

Tratemos de poner las cosas en su sitio: Silvio Rodríguez no tiene antecedentes estilísticos como creador de canciones, en Cuba no. Rompedor de esquemas, poco influido por la tradición (a pesar de lo que él mismo diga posando de humilde continuador), es un compositor que no viene de ningún lado de dentro de la isla. Musicalmente no tiene un solo punto de contacto con nada de lo hecho anteriormente en Cuba: ni la trova tradicional, ni el son o el mambo, ni la canción lírica o el feeling, la guajira o el bolero, mucho menos la rumba o la comparsa, por lo que tiene muy poca relación con esas cosas que ponen límites a la creatividad absoluta. Para colmo es un excelente poeta, con la contención apropiada para saber y conseguir delimitar entre un poema y un texto de canción. Y nadie ha podido llegar a convertirse en real continuador suyo, una vez conocidas sus propuestas, pues no es posible, porque es un camino cerrado que él mismo abrió. Aproximársele es tener que imitarlo: no hay género musical, es solo exploración, creatividad, propuestas. Es un creador constante, tremendamente talentoso e innovador. Muchos de sus temas están en la cima de la cancionística universal. Y ahí estarán. 

Pues resulta que todo ello, unido a ciertas circunstancias que todos conocemos (los inicios de la revolución cubana, el "florecimiento" de las dictaduras en latinoamérica, el enfrentamiento en todos lados del planeta de los jóvenes con los padres, las nuevas corrientes musicales encabezadas por Los Beatles, la liberación sexual, etc.) proyectaron a Silvio de manera tal que acabó haciéndose rico y famoso.

Ahora bien, todo eso, aunque le ha venido genial al gobierno cubano, no consta que haya sido procurado originalmente por Silvio para después ofertarlo y ponerlo al servicio de ese gobierno, sino más bien usar las ventajas que proporciona al gobierno para satisfacer sus propios intereses. Porque, además, es un tipo inteligentísimo, (y la inteligencia al servicio de los intereses propios suele funcionar de manera casi perfecta), que sabe y cuenta con que la gente decente no usa armas del estilo de las suyas y, por tanto, nunca habrá combate cuerpo a cuerpo, y todo lo que se le cuestione entrará siempre en el campo de la especulación. De hecho, la buena cantidad de porquería panfletosa que también ha compuesto, es evidente que ha sido para estar "arriba de la bola", de "su" propia bola: ser millonario en la isla, hacer lo que le da la gana en ella (estudios de grabaciones, productoras, viajes adonde y cuando le plazca, etc., todo eso que le estaría negado si fuese un ciudadano común y corriente, como le está negado a la casi totalidad de sus compatriotas en la isla). 

La Revolución le da la cobertura perfecta para hacer lo suyo y realizarse: toda la izquierda del mundo y buena parte de la derecha le compra su música, le da dinero, lo hizo y lo mantiene rico. ¿Cómo o para qué va a cambiar eso? ¿para estar éticamente tranquilo?... No, eso no parece que vaya con él. Por otro lado, lo que tiene lo ha conseguido con determinado discurso musical, estético e ideológico, ¿sería o no criticable que abandonara ese discurso ahora que es rico? Seguramente nunca pensó que pudiera llegar a esta situación privilegiada, y no me parece que la haya buscado; pero ¡es que se ha hecho rico cantándole a los pobres!... Podría argumentar y de hecho lo hace, que es, sencillamente, consecuente. Pero hay trampa en ello: en el punto en que está cualquier actitud que adopte es consecuente.

¿Qué haría yo si estuviera en su lugar?, ¿qué haríamos los demás?  Creo que, en ese sentido, está metido en un lío.


VI – El discurso perfecto.

Pero, eso no es todo: este hacedor de canciones ha hecho mejor publicidad de la revolución comunista cubana que el propio Fidel Castro... Él, Silvio, ha sido el discurso perfecto para promocionar aquella aventura, convirtiendo, a los ojos del mundo y con buenas canciones, la fiebre de poder de algunos pocos individuos en una causa hermosa y justa.

Ideología cantada, embellecida con excelente música ("Fuera de la música, todo, incluso la soledad y el éxtasis, es mentira. Ella es justamente ambos, pero mejorados" - Cioran). Los Castro y los Guevara no habrían llegado a ningún lado sin ese abrecaminos con guitarra. Apenas se les conocería mas que como grises figuras que militarizaron un país noble e ingenuo y poco más, porque poco más hubieran podido hacer. 

Escuchar "Ojalá", "Oh, melancolía", "Mariposas", mascullar "Tu me recuerdas el prado de los soñadores", susurrar "Cómo gasto papeles recordándote", tiene el mismo efecto que una droga que no deja percibir la realidad, te aleja de la verdad, te envuelve y no quieres saber de nada, porque la belleza nos puede conducir al abismo con una sonrisa en los labios.

Pero también la belleza puede convertir la infamia y la mentira en una dulce nana para dormir a ingenuos e ignorantes.  "La era está pariendo un corazón, no puede más, se muere de dolor...", "Te convido a creerme cuando digo futuro...", "El rey de las flores tiene su pueblo en un bosque muy remoto, dos pulgadas detrás del sol...", "Allí ame a una mujer terrible... Allí aprendí a quitar con piel el frío y echar luego mi cuerpo a la llovizna...". La música con que se arropan estas frases, las canciones resultantes y su discurso, son imbatibles si no se usan esas mismas armas para desenmascarar la mentira que ocultan.
VII - Estética de la Verdad vs. Estética de la Mentira.

Mientras cerremos los ojos (o los oídos, en este caso) al hecho de que Silvio Rodríguez es un excelente artista y sus canciones son bellas; mientras ignoremos que la gente le cree precisamente por la calidad de esas canciones, estaremos perdidos, perdidos en la tarea de hacernos escuchar, de hacer escuchar la verdad de tanto espanto. 

Para no perdernos definitivamente hay que enfrentar esa belleza con otra belleza igual o superior. Hay que encontrar una estética de la verdad, porque él, Silvio, gobierna en y desde la estética de la mentira. Y veinte o treinta de sus canciones, de tres minutos cada una, nos han costado, a los cubanos, más de cincuenta años de dolor.


VIII - Juanes y final.

Sin Silvio, Juanes nunca hubiera ido a cantar a Cuba. No hay más que ver antiguos videos en youtube del colombiano cantando y tocando (muy bien por cierto, cosa que no hizo en el concierto) canciones "increíbles" de Silvio Rodríguez. No hay más que escuchar en sus propias canciones, prescindibles todas, los fragmentados ecos de algunas de aquellas aventureras soluciones armónicas del primer Silvio y hasta no pocos de sus desafortunados vicios en el modo de cantar.

Ese afán de “Paz” de Juanes, no es más que el ¿secreto? deseo de cantar con Silvio, "el más grande monstruo de los cantautores".


No será acusando a Silvio Rodríguez (y junto a él al séquito de bufones que le hacen coro), de oportunista, hipócrita y mentiroso, como conseguiremos mostrar al mundo la historia real de estos recientes cincuenta años en nuestro país. Mucho menos si tenemos en cuenta que incluso una respetable cantidad de cubanos, con hambre allá ó con la barriga llena acá, cuando lo escuchan a propósito o casualmente, olvidan penurias o bienestares seguros de estar viviendo o haber vivido “en un país libre, cual solamente quiere ser libre”.

11 comentarios:

  1. jijijiji, que no sabes? vaya para no saber, tienes tremendo blog, y ya era hora querido mio, que alegria, ya estoy dandome pataditas, a ver si llego a Madid antes de que acabe el año. Les beso y me quedo corta, eso si, sin cantar, gracias por existir mi amigo.

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  2. Amen...Gracias Ruben, pense que estaba equivocado, pero al menos somos dos...no comas p.... comandante!!

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  3. Muy bueno, son pocas las ocasiones que tiene uno de ver como se desviste, (con tanta habilidad), al hombre y sus aspiraciones, dejándolo así, expuesto, a la interperie. Y esto vale para todos los que nombras: gobernantes, empresarios, artistas y entusiastas, del bando que sean. Porque la verdad, para algunos, no siempre tiene la apariencia
    de lo evidente, y se necesita de la destreza y el talento que tienes, para hacerlo obvio. Gracias.

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  4. Rubeeeeeeennnnnnnn Te veo fuerte!!!!!! vamoooooosssssss que como dijó el sabio Beni de Cai: "....que nos queda muy poquito". Besos desde el Meadero de la Reina

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  5. Coincido con mi amigo Dany : son pocas, muy pocas las ocasiones de encontrar un análisis tan riguroso y serio como éste. Claro que no esperaba otra cosa de tí, mi Kundera cubano, ji, ji, ji. Ya quisiera la Desiderio ( si me tocas con la punta de un criterio, me desiderio amor, me desiderio ). El Portero

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  6. - Chiquitacubana, te esperamos...

    - Anónimo: "somos mucho más que dos" (¡qué "frasecita" tan horrible!)...

    - Sí, Danny, como dices "la verdad, para algunos, no siempre tiene la apariencia de lo evidente"... Y muchas veces es porque hay manos malvadas manipulando esa verdad, mostrándola a medias para confundir a los más crédulos y, por supuesto, sacar provecho de ello.

    - Falyyyyy, bien que necesito ese empuje!

    - "análisis tan riguroso y serio", pa' mi porterio, amor, pa' mi porterio....

    Gracias a todos por comentar; no saben cuánto estimula que lo hagan.
    ¿Seguimos?

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  7. Rubén, gracias por hablar en nombre de un montón de gente que piensa así. Magistral ensayo. Me encantaría verlo publicado en más sitios. Bella manera de poner las cosas en su sitio. Te seguimos

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  8. Compañero Señor Rubén:
    Yo siempre le digo a todo el que puedo que en temas románticos, usted es mejor compositor que Silvio y Pablo. Conozco su Obra. Sin embargo, me impresionó leer sus dos últimos artículos, porque demuestra mucha profundidad de pensamiento en otros campos del saber humano. Usted "supura talento y cultura", como dijo una vez el Sr. Toribio. Sin embargo, le confieso que no estoy de acuerdo en sus dos planteamientos.
    Ya le haré llegar mi tesis de que el Macho Cubano se comportaba en la música como usted dice, pero porque antes, su deseo era llegarle a la sensible mujer avasallada con esas letras y ablandarla, sin dar la cara y se escudaba en una vitrola. Pero con el tiempo, en la medida que el Macho se hacía real, corpóreo, con una imagen y cantaba en público -desde locales pequeños a estadios-, y su foto salía en prensa, video y tv, no le convenía cantar esas letras de cornudos y aguantones; `porque además, la mujer crecía en libertad y poder; por tanto la imagen del Macho tenía que endurecerse.
    Y en cuanto al otro artículo suyo, le diré que no se deje llevar por la manipulación de los políticos: la "derecha" y la "izquierda" son términos acuñados por ellos. Porque sabemos que Fidel, Raúl, Che, Stalin, Mao, Hitler, Pinochet, Franco, Mussolini, Chávez, Ortega y demases todos son ortodoxos de derecha o todos de izquierda, porque los extremos de unen. Como el gusto de los gays de "carroza" y los rudos "cheos" que pululan en nuestra tierra. Olvídese de clasificarnos como ellos quieren. Nosotros somos "humanistas", "progresistas" o cualquier otro término más noble. Sólo hay que hablar de los "malos", los "gusanos" y "escorias" como Silvio Rodríguez y los "buenos", "revolucionarios" y "hombres nuevos" como usted.
    P.P.

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  9. Anónimo 12:33, gracias por el apoyo.

    P.P., mi querido P.P., no te dejas caer. Es cierto, el macho puesto en evidencia coge el monte enseguida. Se puede cargar con cualquier cosa menos con el rechazo social. De todos modos, al menos de este lado del Atlántico, hoy día los machos padecen una especie de “flojititis crónica”, en plan retro, viaje a la semilla, para la que no vale ni la pastillita de la fama ni youtube. En breve volveremos a las victrolas. Yo estoy preparando repertorio para eso. ¿Sabes que hay todo un amplísimo repertorio de creadores de canciones escritas solo para ser reproducidas en victrolas?.

    En cuanto a la “manipulacón de los políticos” a que te refieres, esa es la que menos daño hace. Los políticos son una clase compuesta por gente cada vez mas mediocre, que poco o nada tienen que aportar. El problema son los verdaderos poderes: la prensa, los líderes de opinión, los “intelectuales”, muchísimos artistas, o sea, el personal a quien la gente sí escucha y cree.
    Yo, puede que no queda en ninguno de los dos extremos, pero lo que tampoco quiero es quedar o aparentar estar en el centro, porque eso es No estar, y ya me aburrí de las ambiguedades. Estoy en el otro extremo, el que está frente a esas izquierda y derecha, que son la misma cosa aunque se pinten de colores distintos y proclamen la alternancia. No temas, que lo que no haré nunca es mentir, me cueste lo que me cueste. Y sí clamaré por la LIBERTAD, la SANTA y MARAVILLOSA LIBERTAD que tan expuesta anda en estos tiempos.
    Gracias por tus palabras y por tu aliento.
    Rubén.

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  10. y eso que no sabes bien... muy buen analisis o como se llame esto, me ayuda un poco a entender, gracias por compartir. y Gorki me cae bien aunque no escucho su música, es atrevido, eso es admirable.

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  11. Lo más lamentable de un ser humano, lo que causa repugnancia, está todo representado en vos, mal cogido al servicio de los aznar y cuanta mierda anda dando vueltas por ahí. Fidel, uno de los hombres más lúcidos del siglo 20 y el único en lo que va del presente ¡y por muchísimos años más!, mal que le pese a la gusanera cubana y a mierdas como vos. ¡Andá a cagar, idiota!

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