miércoles, 25 de noviembre de 2009
Ese pequeño punto azul pálido
Y aún así nos permitimos el lujo de ser mezquinos, perversos, egoístas, envidiosos. Como si tanta soledad cósmica fuera un transitorio accidente en nuestras vidas.
Aún así nos permitimos el resentimiento, la manipulación, la cobardía, la maledicencia. Como si tuviéramos tiempo para rectificar alguna vez.
Y, aún, las intrigas, las mentiras, las traiciones...
¿O será justamente porque, al tener la certeza de esa soledad y esa finitud, exponemos y ejecutamos esas miserias como una catártica venganza de nuestra inteligencia?
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Gracias a Danny, que me envió el video.
ResponderEliminarDijo Carl Sagan:
"Si alguien está en desacuerdo contigo, déjalo vivir. No encontrarás a nadie parecido en cien mil millones de galaxias".
Porque nos educan con delirios de grandeza... porque nos distorsionan la mirada y nos alejan de la instrucción real, la única por la que valdría la pena endeudarse: aprender a escuchar y seguir los impulsos limpios, los bombeos irrepetibles de nuestro corazón. Porque la humildad no es productiva en el sentido que la producción se hace valuable. Porque somos unos tontos empedernidos. Pero estás tú y Judy y Maya, y toda la gente hermosa que aprendió a mirar y ser. Y estoy yo, tan afortunada de encontrarlos.
ResponderEliminarGracias, desde esta infinitamente minúscula esquina, partícula invisible de mi piel.
Hermano: No hay tal "soledad cósmica". Las placas estelares que en los años 80 Carl Sagan envió al espacio en busca de respuesta ya ha sido respondida e incluso aparece en uno de los famosos Crop Circle en Inglaterra. Te invito a que descubras este extraordinario suceso y otros muchos más que permanecen ocultos a la opinión pública a traves de la mano del movimiento "DISCLOSURE PROJECT" Y "PROJECT CAMELOT". La cuestión no es que "no estamos solos" sino que nunca lo hemos estado. Te invito además a que descubras una historia diferente a traves de Sixto Paz y sus documentales "El plan Cósmico" e "Historia prohibida planetaria". Todo lo que te revelarán estas personas y proyectos te dejarán boquiabierto. Todo esa información está accesible en la red. De todas formas me encanta ese video de Carl Sagan que has colgado porque devela nuestra insignificancia en el universo, lo que no niega la grandeza que nos habita y que apenas comenzamos a descubrir.
ResponderEliminarTe abrazo
Julio Fowler
Es paradójica, y confirma nuestra estupidez, esta circunstancia que nos permite observar nuestra realidad en el contexto del universo. No debiéramos necesitar invertir tanto dinero y esfuerzo en construir un artefacto que nos envíe una fotografía de nuestra insignificancia. Hubiera sido suficiente con no abandonar la formación de una sólida conciencia ética. De nuevo nuestra vanidad es la que nos sitúa ante un espejo que nos devuelve una imagen desconcertante y grotesca de nuestra realidad existencial. Aunque debemos estar de enhorabuena, la mecánica cuántica, donde ciencia y religión van por fin de la mano, comienza a demostrar empíricamente que es la mirada de quién observa la que construye universos, y que hay mundos por observar, por descubrir. Sobre todo mundos interiores, en cada uno de nosotros.
ResponderEliminarGracias a ti, Mabe. Pienso, además, que el hecho de priorizar al ser colectivo y social, por encima del ser individual, único e irremplazable que somos, nos tiene el maldito día haciendo comparaciones, buscando diferencias, y por supuesto sacando a flote nuestros más bajos instintos. Si miráramos al universo infinito que llevamos dentro nos veríamos tan gigantes que nuestra vanidad, satisfecha, nos aliviaría la convivencia.
ResponderEliminarFowler, hermano, ignoraba esas cosas que me dices (yo que dormía tan feliz creyendo que lo sabía todo). Claro que buscaré en internet (otro que cree que lo sabe todo). Si tienes sitios específicos serios o material a propósito, te ruego me lo hagas saber. Ahora, me desconcierta lo que dices al final: Si no estamos solos ¿nuestra insignificancia no es menor?. Estar acompañados hace grande a los individuos, ¿no sucede lo mismo con el hombre como género o el planeta como entidad viva y consciente?
ResponderEliminarAntonio, tal vez necesitábamos esa "fotografía de nuestra insignificancia" para intentar hacer coincidir ciencia y religión, nuestras dos únicas fuentes de conocimiento hasta ahora. (Entendida la última como Fe, reconocimiento de alguna entidad o energía consciente fuera de nuestra percepción).
ResponderEliminarEl mismo Carl Sagan, que se declaraba agnóstico, pidió que se programara el Voyager para hacer esa fotografía. Pienso si acaso necesitaba confirmarse en su no Fe. Poco antes de morir escribió: "El mundo es tan exquisito, con tanto amor, que no hay razón para engañarnos con bonitas historias para las cuales hay bien pocas evidencias. Es mucho mejor, me parece a mí, que en nuestra vulnerabilidad, miremos a la Muerte a la cara y seamos agradecidos cada día por la breve pero magnífica oportunidad que la vida nos ofrece".
La ciencia ha sido, para los no creyentes, otra especie de religión. Lamentablemente, al ser tan poco asequible, esa gente no creyente se ha refugiado en otros ídolos, porque todos necesitamos creer; políticos, ideologías...
En “Historia de Cristo” de Giovanni Papini (ateo y perseguidor de cristianos en su juventud y ferviente devoto en la madurez), se lee: "la única opción concedida al hombre es entre Dios y la nada y cuando se escapa a Dios no hay razón válida para estar sujeto a los ídolos de la tribu y a todos los demás fetiches de la razón o de la pasión".
Ninguno de los dos consideró la posibilidad de que la respuesta podía estar en la unión de ambas fuentes.
Yo pienso: La complejidad de la física cuántica la sitúa en un punto tan distante como Dios, ¿será por eso que empezamos a creer en ella?.
Que increible enseñanza en ese breve video, en ese breve punto de universo...Un material que habla de "la generación de fervientes odios", y ojalá que no sea de nosotros, pues entre tantas cosas afines y distantes, me parece que al menos somos únicos en nuestra verdad concreta, mas no absoluta. Gracias por darnos en donde más nos duele, que son los egos y los miedos, cuando apenas somos una motica de nada, un punto arenoso entre tanto universo solitario y semental. Un abrazo, por las tantas miríadas de polvo enamorado que podemos ser, Josán Caballero.
ResponderEliminarDebe ser por eso que me gusta tanto volar en avión. Desde arriba, nuestros obsesiones y afanes parecieran menores, totalmente intrascendentes. Como si la vida transcurriera de un punto geográfico a otro y nosotros tuviéramos la oportunidad de verla pasar, de recorrerla con nuestros ojos pegados al cristal. Mi abuela lo decía, que hablar del espacio le producía pavor, tanta inmensidad allá afuera la hacia sentirse tan insignificante. Y no sabe los universos de abismos que nos dejó al marcharse.
ResponderEliminarComo diría Judie Foster en "Contac" (por cierto, basada en la única novela que escribió Carl Sagan) "Si es verdad que estamos solos en este Universo, !cuánto espacio desaprovechado!"...
J.
Creo que alla arriba estaban jugando al tenis y somos una pelota que se escapo y sigue dando vueltas en el universo y no nos recogen porque para que? si esa pelota esta llena de bichos....
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