viernes, 8 de octubre de 2010

El Nobel que quiero para mí

Caminaba yo bajo mi abundante y despeinada melena (“agresiva”, como imponía mi configuración estética para aquella Cuba de los primeros 80s), junto a dos amigos que me superaban, cronológicamente, en más de una década, intelectualmente, en más de una vida. En acceso a la información, en menos de dos horas.

- Le dieron el Nobel a Lech Walesa – escuché que decía P a A...

A mi cabeza asomaron, confundiéndose en el orden, un par de preguntas: “¿Ese quién es?” “¿Qué habrá escrito ese tipo para que le den el Premio Nobel?”
No tenía idea de qué significaba aquel nombre ni de quién era su dueño, por tanto no se me ocurrió relacionarlo con el Nobel de la Paz. “Algún escritorzuelo desconocido más”, intuí penetrante.

- ¿Cómo lo supiste, por aquí o por allá? – preguntó A.
- Por allá... ¡¿por dónde va a ser?! – apuntó P, bajando la voz.

Aquí” se refería a la prensa o la radio cubana. “Allá”, la radio de Miami, de “afuera”.
Entonces intervine yo. Sacudiendo la melena y poniendo voz de enterado mientras dejaba entrever la combativa indignación que correspondía espeté:

- Compadre, dime una cosa, ¡¿qué ha escrito el Malesa ese pa’ ganar el Premio Nobel de Literatura?!

No recuerdo nada más de aquel momento. Juraría que mis amigos se miraron y cambiaron cortésmente de tema.

Mi confusión tenía un soporte lógico y comprensible: en los círculos en los que me movía en aquellos años se hablaba de arte y de literatura, de música y amor. Nos intercambiábamos versos, canciones, sueños y novias. La vida toda era, para mí, aquello que vivíamos. De política sabía, sobradamente, tan sólo aquello que me habían inyectado en vena durante toda mi vida desde la primaria, en la prensa única oficial revolucionaria, en círculos de estudio políticos, en discursos, desfiles, domingos rojos, escuelas al campo y, de modo más sutil, bebiendo pergas y pergas repletas de nuevatrova, series telesocialistas, cine tercermundista presentado como arte verdadero y alternativo al “decadente imperio hollywoodense”, filosofía marxista-leninista, principios revolucionarios, ética socialista...
Nausea real evocar tanta tontería y maldad juntas.
En aquellos tiempos no tenía idea, entre otras tantas cosas, de la existencia de montones de escritores que yo jamás había leído y de otros más aún que ni sospechaba que existían. La asignación del Nobel de Literatura (eso creía yo) a un escritor desconocido (si lo era para mí lo era para todos), no podía ser más que otra de esas tretas y montajes del imperialismo siempre dispuesto a fabricar falsos literatos como recurso desesperado para enfrentar la incuestionable superioridad de los intelectuales socialistas.
Cuánta soberbia produce el comunismo en sus ignorantes feligreses, yo el que más en esos años (definitivamente, a esas alturas, ignorante más que devoto)
Aún así, pocas horas duró mi ignorancia, gracias también a la radio de “allá”. ¡Nobel de la Paz! La melena se me compuso de la vergüenza pensando en la conversación con mis amigos; tanta que aún hoy me sonrojo al recordar aquello. Bueno, francamente no tanto, puesto que lo confieso y me produce aparatosa gracia mi extrema ingenuidad.
Una vez puesto al día sobre quién era realmente Malesa y la verdadera dimensión del premio por él recibido, recuerdo que me emocioné profundamente.
En aquel momento el Nobel a Lech Walesa tuvo consecuencias fundamentales en mi vida: descubrí que había un movimiento en Polonia que renegaba del comunismo, un movimiento de obreros, simples trabajadores que se rebelaban dentro del sistema. Y ha sido esa la única vez que he considerado el Nobel, en lo personal, un premio realmente útil: me enteré que el comunismo era vulnerable (se enteró un montón de gente a mi alrededor y sospecho que en medio mundo); me enteré que el futuro luminoso que nos esperaba (del que la Europa Socialista era una especie de versión beta previa a la inminente y definitiva consumación Pro del paraíso comunista), tenía zonas muy oscuras también allí donde hasta ese momento todo se me antojaba perfecto, sólido y seguro.
Aún no entendía muchas cosas, pero el horizonte se llenó de colores, de matices inesperados. En esa época comencé a componer.

Hoy me ha sorprendido gratamente la noticia de que le ha sido otorgado a Mario Vargas-Llosa el Premio Nobel de Literatura 2010.
Es la primera vez, desde que Lech Walesa recibiera el Nobel de la Paz, que este premio me emociona. Antes del ochenta y tres era yo muy joven y muy creído para “aceptar los pareceres de generaciones pasadas” (ignorancia aparte). Después, nunca la ceremonia de los Nobel me ha parecido precisamente inocente o menos tendenciosa que lo recomendable como para enternecerme de modo favorable con sus dictámenes. Más bien todo lo contrario.
Hasta hoy, que he sentido sincera emoción y alegría. Si algo caracteriza la asignación del Nobel de Literatura es que, siendo el premio supuestamente más prestigioso y cumbre en la carrera de un escritor, esté tan permeado de imperdonables olvidos que ofende. Aún así no puede uno dejar de ser víctima de sus propias e íntimas vanidades, aunque estas estén conformadas por circunstancias que no controla: como tantas veces hemos comentado mi buen amigo poeta Alfredo Zaldivar y yo “el premio Nobel que siempre he querido para mí es que se lo den a Mario Vargas Llosa y a Milán Kundera”. Ya tenemos la mitad del premio.
Me alegro profundamente por el autor de La fiesta del chivo y Elogio de la madrastra; pienso que merece este premio y que existen sobradas razones para que se le haya otorgado.
Menos claro tengo cuáles han podido ser las razones de la Academia Sueca: ¿Por qué le conceden el Nobel ahora a Mario Vargas Llosa cuando ya parecía un hecho que nunca lo recibiría? Imposible saberlo a ciencia cierta. Hace muchos años que el gran escritor peruano es uno de los más importantes intelectuales del planeta, con una obra mucho más sólida que la mayoría de los que han recibido este premio en los últimos 30 o 40 años, por no decir “todos”. Pero, también es sabido que sus preferencias y posiciones ideológicas no comulgan con los postulados de los miembros de la Academia Sueca. ¿Qué puede haber ocurrido? ¿hay que creer en un vuelco ideológico? ¿en un sincero ataquito de justicia?
Habrá que esperar a otros premios. En cualquier caso este servidor, canalla y conspiranoico, no puede dejar de pensar en una suerte de lavado de imagen por parte de los miembros de la Academia Sueca ante el desacierto que resultó el Nobel de la Paz otorgado el pasado año al Comandante en Jefe del Ejército de los Estados Unidos, Mister Barack Hussein Obama.
Y no es que crea yo que estos doctos personajes han decidido corregir los criterios desde los que eligen al afortunado de entre los candidatos de cada año, ni que sientan vergüenza propia o ajena por algún que otro premio polémico otorgado en alguna que otra determinada ocasión (hablamos de quienes han concedido premios de la paz a Yasser Arafat y a Al Gore; hablamos de quienes ignoraron a Kafka y a Joyce y a Proust y a Borges)
Pienso, no quiero evitarlo, si no será que se están muriendo los akademikomsomoles que tradicionalmente decretan qué autores son dignos de exhibir en su curriculum esa medalla con el visto bueno del Iluminado Comité Sueco para la Canonización de Intelectuales Afines al que pertenecen, el tan exclusivo santificador Premio Nobel de Literatura.
Si así fuera no estaría nada mal, aunque sospecho que la entrega de curriculums por parte de komsomolkandidatos a los puestos vacantes ya deben estar congestionando los servicios de correo de Estocolmo. Este mundo está repleto de Intelectuales Afines, gente necesaria para hacer respetar los dictados de lo políticamente correcto.
Seguramente se trata de un lavado de imagen, pero no voy a disimular mi contentura aunque Vargas Llosa no necesitaba de este premio, pues pertenece, por derecho propio, al exclusivo club de los grandes de la literatura universal.
Y porque no ha hecho concesiones en su defensa de la libertad.
Y porque es de esos pocos poquísimos intelectuales indiscutibles que nunca nos han dado la espalda a los cubanos.

44 comentarios:

  1. Bravo Rubén!. Honor a quien honor merece.

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  2. Buenísimo tu análisis...merecidísimo premio...ayer tuvimos todos una agradable e inesperada noticia...estamos de fiesta

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  3. Bueno, amigo, me alegro por Vargas Llosa y también por ti, por todos a quienes este premio reconforta, sobre todo, si lo hace (también, especialmente) por vías literarias. Comencé a leer a Vargas Llosa clandestinamente en Cuba, junto a Padilla, Cabrera Infante y otros proscritos por la tiranía castrista, con libros que circulaban en la Alianza Francesa, donde entonces estudiaba. Me pareció siempre un gran escritor y de sobra se merece este premio. Sin embargo, y estando de acuerdo en el politiqueo que suele haber alrededor de todo tipo de premios, también del Nobel, claro; no me preocupa demasiado quién sea su destinatario. Me alegra más el premio de Mario que que el de Cela, me alegra más el premio de Juan Ramón que el de Aleixandre (cuatro Nobels poco sospechosos de comunistas, por cierto), pero es una alegría de baja intensidad que sólo se refiere a preferencias literarias. Por lo demás, uno nunca sabe a qué atenerse con relación al Nobel. Mira, contra todo pronóstico, acaban de dar el Nobel de la Paz a un disidente chino.
    En cuanto al asunto Vargas Llosa-(neo)liberal-escritor comprometido, confieso que no estoy del todo convencido. Hay varias cosas que no me gustan en este monumental escritor cuando trasciende ese plano: su ciego compromiso con el mundo anglosajón a todos los niveles, su ciego compromiso con las ideas más integristas de Adam Smith, su a veces excesiva y siempre calculada presencia en el mundo mediático, por ejemplo... Pero eso no quita para que reconozca en él a un gran intelectual. Vamos, que yo también me alegro, pero más por el castellano, por el castellano latinoamericano, por la literatura, que porque el jurado del Nobel haya tirado esta vez hacia la derecha.
    Yo creo que al castellano le faltan algunos Nobeles ya imposibles en escritores de derechas y de izquierdas. Hablo por ejemplo, como bien decías, de Borges, pero también de Lezama, de Cortázar, de Jorge Guillén... Esto de los premios es siempre muy relativo. Ojalá haya un Nobel a tiempo para Gamoneda.
    Por cierto, buenísma la anécdota de cómo te enteraste de lo de Walesa. Nos vemos. Te abrazo. Jorge

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  4. EXCELENTE ESCRITO!!!!!!!, NADIE "HUMANAMENTE CORRECTO", PUEDE QUEDAR INDIFERENTE, AL RECONOCIMIENTO "NOBEL-ISTICO" DE "NUESTRO" VARGAS LLOSA...., AUNQUE COMO BIEN COMENTAS,SU PREMIO, YA ESTABA OTORGADO DESDE MUCHO ANTES!!.......

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  5. Amigo Jorge, me alegran los puntos en común relativos a lo merecido del premio a Vargas Llosa. Pero, también me entusiasman particularmente las divergencias de tipo ideológico-político, esas apreciaciones desde coordenadas diferentes que esta vez exhibes. Y digo “me entusiasma” porque estoy tan en desacuerdo contigo como seguro de que debatirlo sólo puede contribuir a solidificar nuestras coincidencias (“corrección” necesaria esta última por cuanto esto lo puede leer un montón de gente... ya nos pondremos colorados el próximo 23 en Valoria).
    Dicho esto, me place responderte.
    Lo de un “Nobel de la Paz a un disidente chino” se caía de la mata, por las razones mismas que aventuro en el post: se han estado pasando, como siempre, pero particularmente en los últimos años, con ostentosas tomas de posición del tipo “aquí las bendiciones las doy yo”. El Nobel a Obama era “preventivo”, como un primer capítulo en una virtual Constitución de lo, para ellos, “políticamente correcto”. Yo entreveía en aquello dos objetivos: uno de advertencia y “amarre” a Obama; el otro, al resto del planeta: “las riendas de este carruaje contemporaneo las llevamos nosotros; esto es lo que hay”. Había una suerte de venganza y cierta "agresividad" en ese premio descabellado, como si les insultara haber perdido aquellas riendas durante la era Bush. El mundo progre se levantó, aplaudió y se tranquilizó después de aquello. Y, una vez vueltas las riendas nuevamente a sus manos, tocaba ahora dar un caramelito al “tigre” para continuar el show circense.
    Observa bien el “caramelito”: Por un lado, un chino disidente es casi un condenado a muerte por el que no hay mucho que hacer; aquello está tan lejos y tan confusio (caramba!) que da igual que se lo den a un opositor que al ministro de economía: en occidente exclamaremos “contra todo pronóstico”
    ¿Por qué no se lo dan a un opositor cubano que lo merece igual? ¿Crees que porque no los conocen? Tenemos a un médico, negro, en prisión, condenado a 20 años por el horrible delito de intentar hacer uso de su derecho a ser libre. La Academia Sueca no lo nombra.
    Vargas Llosa, sin embargo, sí. Y es este último el sujeto de “Por otro lado”: a estas alturas es prácticamente imposible que alguien se cuestione el Nobel al escritor peruano. Al contrario: se quitan de encima algunos desagradables “comentarios de pasillo”. Saben (qué listos) que es la Academia Sueca la que se honra otorgando definitivamente el Premio Nobel de Literatura a Mario Vargas Llosa.
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    A partir de aquí me pongo quizás nervioso, tal vez algo agresivo y decido un par de cosas:
    1- tomo tu comentario como pretexto para sacar a flote algunas sumergidas rabias dispuestas a naufragar si se tercia;
    2- y lo hago en el recuadro siguiente, para desmarcarme de ésta que es la respuesta “oficial” a tu comentario.

    Gracias por tu opinión.

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  6. Vayamos al “asunto” con una aclaración previa; el uso que haces de varios tópicos posibilita algo que me gusta: atacar esos tópicos. Por lo tanto, aunque esté de más, te ruego que no te sientas agredido-aludido por cierta acidez que no quiero evitar.
    El versículo “Vargas Llosa-(neo)liberal”, que circula por toda la prensa progre insinuando posicionamientos ideológicos “poco gratos” al escritor, forma parte de la misma puesta en escena de que te hablaba en el comentario anterior: es el lenguaje, el diseño de luces y vestuario con que debe nombrarse lo “no tolerable”. Pero, cualquier persona que, desconociéndolos y tan sólo por indagar, realice una aproximación medianamente sincera y desprejuiciada a los postulados del liberalismo, comprende que, más que un insulto, es elogioso llamar “liberal” a Vargas Llosa o a cualquier hombre libre que defienda los principios liberales.
    Lo de “neo” pretende tener una connotación despectiva, como un escupitajo de desprecio y un intento de descalificar. Hoy día en lenguaje progre, “neo”, referido al liberalismo, es sinónimo de “peor”, “horriblemente”, “malvadamente”, y es cita obligada y fundamental en el discurso para aplastar al enemigo político. Por cierto, el Gramma acaba de “acusar” a Vargas Llosa de eso mismo y en iguales términos.
    Es practica habitual de cierta tendenciosa intelectualidad moderna tomar tan sólo una parte de la verdad y montar con ella pretendidas verdades absolutas. Pero, una media verdad, para quien busca con rigor y honestidad, tiene las patas tan cortas como una mentira: el liberalismo no tiene ni asomo de parecido con eso que pretenden y consiguen estos cocineros modernos untar en el pan de las gentes de bien que no tienen tiempo para buscar la verdad por sí mismos. Es este un mundo muy alejado del proyecto de libertad que propone el liberalismo. En este terreno, también hay que leer a los clásicos.
    El tópico acerca de “su ciego compromiso con el mundo anglosajón en todos sus niveles” no dice nada a propósito del hombre al que se refiere, pero sí desnuda prácticamente a quien lo esgrime. En tu caso seguro que tiene aclaración.
    Pero, el énfasis en “su ciego compromiso”, esta vez referido a otras creencias personales del escritor, sólo consigue evidenciar una personal obsesión ideológica, justo en el extremo opuesto a quien señala, justo exhibiendo un/otro activismo igual de legítimo que el que se le reprocha a Vargas Llosa.
    Por experiencia personal sé que la ideología puede hacer perder los papeles al más comedido. Aún me parece estar escuchando, pocos meses atrás, a los komsomoles de la progresía contraponiendo el “ciego compromiso con el neoliberalismo” de Vargas Llosa al otrora “iluminado compromiso con los pobres” del difunto José Saramago, también Nobel de Literatura, en mi opinión sin la mitad del talento del peruano, pero, este sí, vocal activo y de “excesiva y siempre calculada presencia en el mundo mediático”.
    Me sorprende tu enfoque de Adam Smith: no conozco una sola de esas “ideas integristas” que insinúas (aunque me apañaría con alguna argumentación al respecto puesto que lo dices). Tengo, por otro lado, la impresión de que el concepto, más bien el lenguaje sobre el que reposa la noción de “integrismo” (siglo XIX) es algo posterior al filósofo y economista escocés (1723 - 1790). Aclárame si me equivoco.
    Finalmente, no creo que “el jurado del Nobel haya tirado esta vez hacia la derecha”. Pienso que se ha limitado a consumar un acto de decencia, ahora que el futuro inmediato se presenta disipado y bajo control.
    Pera ponerlo más claro, te insto a que te respondas, con franqueza y sólo para tu consumo, esta improbable cuestión:
    ¿Crees que Mario Vargas Llosa hubiera recibido el Premio Nobel de Literatura si Bush estuviera aún en el poder?
    Gracias una vez más, Jorge, por tu comentario sincero.

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  7. Danny dijo...
    Haciendo referencia al premio un amigo me escribe: "...hoy el mundo es un poco mejor..." Yo, como casi la mayoría, también me alegro. Pero como mi entusiasmo no puede competir con su optimismo dejo aquí un enlace a un artículo que, junto con otros en la misma línea que he visto en "El País", creo que es la razón, ¿oculta?, ¿solapada?, por la que a Vargas Llosa le han "concedido" el Nobel. Imagino que hasta que el coqueteo no es lo suficientemente explícito no formas parte del gremio. Y examinando un poco de que va el mundo hoy, uno puede notar la diferencia entre merecer y "ganarse" un premio. Mario ha conseguido las dos cosas.
    Pueden ser muchas las razones por las que escribió esto, pero desde luego ninguna de ellas son la ingenuidad o la ignorancia.

    http://www.elpais.com/articulo/opinion/Israel/amistad/dificil/elpepiopi/20100613elpepiopi_13/Tes

    Y aquí dejo otro artículo muy esclarecedor por si el anterior ha dejado lugar a la duda. Saludos.

    http://exteriores.libertaddigital.com/vargas-llosa-e-israel-1276230893.html

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  8. Ay, hermano, me alegra que ese comentario mío te haya instado a completar-exponer tus ideas con relación al Nobel de Vargas Llosa. Algunos de los temas que "abres" en él necesitarían mucho tiempo de análisis. Algún día lo tendremos, seguro. Pero ahora, aquí, quiero contestar, aunque sea por encima, a tus interrogantes (directas o indirectas) Como seguro sospechas, yo no acepto, al menos obedientemente, que cuando opino lo haga a través de tópicos. No creo necesitar el uso de tópicos para "mover" una idea. Puede que algunas de mis ideas coincidan con determinadas máximas que tendenciosamente usen a su favor ciertos manipuladores de la opinión pública, pero de ser así, puedes estar seguro que se trata de eso: de una mera coincidencia. Eso sí, puedes estar también seguro de que jamás me sentiré agredido por un comentario tuyo. Conozco el ADN de tu pensamiento, y si te soy sincero, creo que tiene una base más "lógica" que la del mío. Quiero decir que, teniendo en cuenta dónde y cómo nos educamos, tu forma de pensar es, en mi opinión, mucho más previsible que la mía (previsible en el sentido literal y no peyorativo del término) Pero además, tú expresas las ideas con una honestidad y una transparencia absolutas. Sólo alguien muy retorcido o muy inseguro pudiera sentirse agredido en esas condiciones. No, creo que está muy bien que existan espacios donde amigos como tú y yo puedan escribir libremente sin agredirse. Y en este sentido, te felicito de todo corazón por tu blog. Ahora, yendo al grano: Mira, amigo, Adam Smith no fue sólo un economista como muchos piensan, fue un filósofo muy interesado en la economía, muy amigo por cierto de Hume, filósofo "moral y empírico" que al parecer le influyó bastante. Smith es también un filósofo "empírico y moral" muy interesado en la economía, en el comercio, y en unir la teoría con la práctica, que desarrolló además un cuerpo teórico bastante especial sobre lo que el llamó "moral de la simpatía". En fin, como aquí no hay espacio para entrar a fondo en Smith, resumo que su empirismo, su moralidad, su concepto de la simpatía como motor humano y su fe ciega en el comercio y en la economía como reguladores de la sociedad, lo llevaron a plantear que sólo la no intervención estatal en la economía puede aumentar la riqueza del hombre. Esta tesis, que influyó muchísimo en la economía del mundo anglosajón (o sea, en la mundial) de los siglos XVIII y XIX, se considera la principal máxima de la economía liberal. Cuando hablo de neoliberal, al menos yo, habló de un regreso en el tiempo actual a tesis que nacieron a finales del XVIII. El integrismo, concepto que todos entendemos ahora, pero que lo puedo sustituir por extremismo, radicalismo, etc, en el caso de las ideas de Smith está, en mi opinión, precisamente en la anulación total del estado como ente regulador, o al menos supervisor, de las relaciones económicas que imponen los mercados. Bien, Vargas Llosa, en muchas entrevistas, escritas y televisadas, ha confesado ser seguidor de estas ideas más radicales de Smith. Eso para él no supone ningún problema. Él se ufana de ello y está bien que lo haga si está convencido. Pero yo no comparto esas ideas. Y vamos, con la que está cayendo, con la que nos está cayendo encima a todos en estos momentos, realmente no me explico cómo se puede compartir el núcleo duro del ideario de Smith. Aún así, respeto a quién lo haga. Sólo que no lo comparto. Cuando digo que Mario sigue ciegamente al mundo anglosajón, quiero decir que es un hombre que, confeso admirador de Smith, cree en el papel supremo del mercado para regular la economía, milita en el empirismo y en el pragmatismo filosóficos que durante mucho tiempo han marcado las formas de pensar anglosajona, y, sobre todo, entiende y apoya la extrema competitividad que prima en este mundo, hija, claro, de todo lo antes explicado.
    (continúa en el siguiente recuadro)

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  9. Y tú dirás ¿qué hay de malo en ello? A lo que yo contesto: nada. Pero claro, entenderás que, aunque respete las ideas de Mario, no las comparta. Mira, yo soy un bicho raro en este mundo tan polarizado políticamente. No me agrada especialmente, pero tampoco me importa porque ya estoy acostumbrado a ello. Mi pensamiento ¿tiene? (busca) una fuente clásica. No creo haber encontrado mejor explicación sobre lo que nos pasó en Cuba que la que da Platón en "La República" cuando explica la Tiranía. Fui y soy un anticastrista convencido, y la base para serlo no la encuentro en la "Oficoda" o en el "Plan Java", sino en sitios mucho más fiables desde mi punto de vista. En Cuba no fui ni siquiera pionero, literalmente así: ni siquiera pionero. Nunca llevé ese pañueilito al cuello. Esto, al parecer, a la vista de muchos, me debiera situar en el ala dura del pensamiento anticastrista, o sea, a la derecha de los republicanos norteamericanos. Y como no me sitúo ahí, para los anticastristas como yo resulto raro. Pero también lo resulto para los izquierdistas, porque claro, ¿cómo alguien que no está a la derecha de los republicanos, puede ser anticastrista y no está automáticamente entre los comunistas? En fin, todo eso me entristece por pobre, pero ya me acostumbré a ello. Yo no creo en los mercados como reguladores absolutos de las relaciones sociales, ni siquiera en lo económico. Yo no creo en el pragmatismo a ultranzas que defienden amplias capas sociales en el mundo anglosajón. Yo no creo en la competitividad extrema con que se vive en este mundo. No creo en la suerte de "selección artificial" a la que nos aboca el pensamiento de Smith... Y por todo eso no me gusta Vargas Llosa cuando se abandera con estas cosas. Pero me encanta como escritor y creo que su estatura intelectual es enorme. Además escribe maravillosamente en mi lengua, y por eso me alegro de su Nobel. Yo no creo en el fascismo de izquierdas que todavía pervive en Cuba, en Corea, en China... Detesto a Castro que, además de ser un tirano brutal, fue (desgraciadamente) el mío. Cuando Mario habla contra Castro estoy con él, sin fisuras. Esto es raro, bueno, qué le vamos a hacer.Contestando a tu última pregunta: de verdad hermano, no lo sé. No sé si a Mario le hubieran dado ese premio estando Bush en el poder. Pero créeme, te lo ruego, no me interesa en lo absoluto. Insisto, no me importan mucho los premios, no me emocionan ni en un sentido ni en otro. En cualquier caso, aun estando en desacuerdo con Mario en lo que respecta a su filia liberal, no siento la menor tentación a vincularlo, ni siquiera por los azares de un supuesto premio con una figura tan menor, tan desafortunadamente menor como la de Bush. Te quiero y te abrazo. Nos vemos. Jorge

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  10. P: ¿Viste que Rubén no conocía a Walesa?
    A: Tú sabes que aquí nadie tiene información.
    P: No será medio oficialista este chamaco?
    A. No, claro que no.
    P: Entonces no será el mismísimo hombre nuevo que formó Fidel. Ese que no sabe ni dónde está parado y ni siquira se lo cuestiona.
    A. Me inclino más por esa explicación.
    P: ¿Y qué vamos a hacer entonces? Porque es nuestro amigo, ¿no?
    A: Así es. Hay que ayudarlo. Le voy a proponer que lea a Vargas LLosa y después, al comentar el libro le contamos quién es de verdad ese escritor, cómo piensa, lo que ha dicho y hecho, etc.
    P: Buena idea, así dentro de 20 años, cuando Rubencito tenga un blog, va a escribir un sólido análisis sobre ese escritor.
    A: ¿Y crees que él recordará esta anécdota de que no conocía Walesa?
    P: ¡Claro que la recordará!... Pero no se acordará lo que hablamos después, obvio.

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  11. Rubén:
    -Me emocioné al saber lo del Premio. Y me sentí y me siento orgulloso, como si Vargas Llosa fuera amigo mío.
    -Como gigante escritor que es, se lo merecía hace rato.
    -Me identifico con mucho de lo que escribe, fuera de lo literario.
    -Me quedo con que es enemigo declarado de Pinochet, Chávez, Fujimori, Fidel, Hitler, Stalin, y de cuanto dictador de derechas o izquierdas exista.
    -Pero por otro lado, sé que los premios son productos del azar, casi siempre. Los Oscar, Los Nobel, o Los Quesean, son frutos de que coincidan varias personas con gustos, ideas e intereses comunes (buenos y malos no importa), que muchas veces las circunstancias históricas no son las mismas, que muchas veces deciden criterios no artísticos, etc., etc. Por tanto, recibir un Premio, cualquiera, es bueno, pero no recibirlo no significa que eres malo en lo tuyo, etc. Tú mencionas varias ejemplos que no ganaron el Nobel y que a pesar de eso siguen siendo gigantes también de la Literatura.
    -Estoy convencido que a casi nadie en el mundo le interesa lo que ocurre en Cuba. No es "políticamente correcto" irse en contra de frente con Fidel. Ni a los europeos, ni a los norteamericanos les interesa "mancharse" atacando a Cuba y como tampoco hay intereses comerciales ni de ningún tipo, tenemos que seguir soportando esa indiferencia mundial, aunque se violen diez millones de derechos humanos, aunque haya muertes, torturas, etc. Así, ¿cómo vas a creer que le puedan dar un Nobel a un "disidente" que sólo le molesta un poco a Fidel? Y digo poco, porque si en realidad amenazara su poder ya lo hubiera desaparecido de este mundo.
    -Por último, ojalá yo haya sido "p", pero no recuerdo esa anécdota.
    -Felicidades por tu "trova". ya te consolidaste. Sigue ahí... ¡Ponle buena y buena ahí, chico!, como le gritaba Isasi al Curro Pérez (¡ñó, que antidiluvianos me sonó eso!)
    P.P.

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  12. Pues yo, querido Jorge, no puedo dejar de alegrarme por el novel de Vargas Llosa y creo, querido Rubén, que no debieras permitir que tu inquietud intelectual te lleve a especular sobre el porqué del novel ahora; supongo que estaría el primero de la lista, puede que no tuvieran a nadie más oportuno para dárselo o que alguno de los grandes lobbys financieros haya realizado una oportuna transferencia bancaria a la academia sueca para quién sabe qué deducción fiscal sobre inversión en proyectos sociales y culturales y de paso tocarle los huevos a los que quieren controlar su business. Y no creo, querido Jorge, que el hecho de que Vargas Llosa simpatice con los postulados de Adam Smith le reste coherencia intelectual, al contrario, el escenario político y social de latinoamérica en este último siglo, leitmotiv del Vargas Llosa intelectual, tiene mucho que ver con las estructuras sociales y de poder de la Europa en el siglo XVIII. " Dejad que los agricultores y artesanos decidan libremente sobre el valor de sus mercancías, con respeto siempre a un marco de convivencia regido por la moral y la justicia", ¿quién puede ponerle peros a este principio cuando se esgrime contra las monarquías absolutistas o los estados totalitarios?. ¿Cómo hemos podido dejar que el principio de libertad, en la raiz etimológica de "liberal" o "liberalismo" sea mancillado por la manipulación ideológica?. ¿Cómo se puede ser liberal en lo político y conservador en lo económico?. Ya siquiera podemos hacer nada por restituir la esencia de conceptos como el de "neo-liberal" (nuevo y libre, que dos ideas más bonitas), se lo han cargado los que, por un lado lo han entendido como un salvoconducto para hacer lo que les da la gana y poner al mundo patas arriba y los que, por otro lado, lo han opuesto a su visión omnivora del Estado como regulador de nuestras libertades. No es la práctica de la Libertad la que hay que juzgar, es el marco ético y de justicia donde se ha de ser practicada la libertad, como decía Adam Smith, el que no se está cuidando. ¿y no debería ser exclusivamente esta la obligación de los Estados?. Tengo la impresión de que Rubén y Jorge comparten en lo esencial principios éticos e idelógicos, y que la confusión se genera en la expresión de estos principios. El siglo XX nos ha dejado un extenso prontuario de términos, leyendas, lemas y consignas manipuladas y desvirtuadas por líderes y políticos que nos han sumido en la confusión, y creo que como digno representante de nuestra lengua, Vargas Llosa a dispuesto su figura intelectual contra estos despropósitos intelectuales que han sido expecialmente virulentos en Latinoamérica, donde posiblemente, su extensa y rica producción linguítica y literaria, haya sido caldo de cultivo para esta confusión ideológica.
    Abrazos y gracias por el debate.

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  13. Antonioh, gracias ante todo por tu tono y por tus palabras cociliadoras. Pero no te preocupes, Rubén y yo no pensamos igual en algunas cuestiones, pero, aunque nos conocemos hace poco, somos ya grandes amigos. Ambos estamos muy por encima de esas saludables diferencias. Yo, que raramente aparezco en algún blog, de hecho sólo lo hago en dos (ninguno mío, por cierto) opino aquí porque lo creo un espacio abierto a la inteligencia y a la diferencia. Eso es bueno, no malo... Bueno, quiero decirte que yo también me alegro del premio de Mario, sólo que lo hago especialmente porque es un gran escritor y escribe en la lengua en que vivo, en que amo. No porque ese premio resulte un espaldarazo a sus ideas que, muy concientemente no comparto. No quiero abundar mucho más en este asunto porque el espacio es de Rubén, no mío; pero añado un par de consideraciones en el sentido de responder algunas de tus interrogantes con relación al liberalismo. Mira, liberalismo y anarquismo, en origen fueron (¿son?) la misma cosa. Se trata, en origen, del rechazo a todo poder que intente coartar la libertad individual en algún sentido. Sólo que a partir de la revolución industrial un término se lo apropió una parte de la clase obrera y el otro una parte de la burguesía. En ambos casos el Estado aparecía como un freno a la libertad, como un agente del orden a batir. Claro, con el tiempo ambos conceptos, con claro matiz clasista, se han ido distanciando y ahora pueden aparecer, incluso, como contrarios. A las clases más pudientes el anarquismo les parece una aberración, les puede hacer mucho daño; a las clases menos pudientes el liberalismo también les puede hacer mucho daño. Yo, que no clasifico en ninguna de estas dos clases, creo que, para la mayoría de la sociedad, tanto anarquismo como liberalismo son perjudiciales, sobre todo, si se llevan a puntos extremos. El sistema social en que vivimos casi todos (la democracia) tiene ya incorpradas unas dosis de anarquismo y de liberalismo, y esto está bien. A lo que me opongo con absolutas conciencia y convicción es a que esas dosis sobrepasen un nivel "lógico" y lleguen a un nivel en el que los unos puedan verse demasiado perjudicados por los otros. Entonces lo que pasa es que, para mí y para Vargas Llosa, ese nivel "lógico" y "saludable" de liberalismo dentro de la democracia no es el mismo. Esto no tiene nada de malo. Es así. Él tiene un pensamiento sólido en este sentio. Yo también. Ahora, en mi opinión, los que son demasiado liberales son también conservadores. Justo en esa demasía, en ese "exceso" de "liberalidad" está su pecado: el creer que en la sociedad puede y debe funcionar la ley del más fuerte hasta las últimas consecuencias, o sea, que se pueden traer a la sociedad los criterios selectivos que funcionan en la naturaleza. Yo esto lo creo un disparate... conciente y rotundamente. Sin complejos ni medias tintas. Gracias de nuevo y un abrazo. Jorge

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  14. Saludo con el entusiasmo ( optimismo ha dicho un amigo ) que me caracteriza este debate tan enriquecedor. Ahora mismo no dispongo de mucho tiempo para dejar plasmadas algunas ideas generales, de modo que he entrado y leído todo lo que aquí se ha escrito y solo quiero responder a la pregunta que hace Ruben
    - No, Vargas Llosa no hubiera recibido el Premio Nobel si Bush estuviera aún en el poder.
    Sobre eso no tengo la menor duda.

    Mi buen amigo Dany, tu entusiasmo no puede competir con mi optimismo porque tú me superas, intelectualmente ( como los amigos de Rubencito de aquellos primeros 80s) en una vida.

    Un abrazo a todos, en especial a Rubencito ( el próximo Premio Nobel de Literatura, nuestro Kundera de Matanzas )

    El Portero de Derechas

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  15. Disculpen la demora en responder a los comentarios, pero estaba esperando a mi hijo, Danito. Ya está aquí. Felices los dos. Agotados. Pero, felices.

    P.P. Claro que es tuyo Vargas Llosa, siempre lo fue. Insisto: no hay casualidad en un premio Nobel. No es una coincidencia de personas en el jurado: es la Academia Sueca. Me han dicho que son los mismos tíos cada año, aunque nadie me precisa cómo funciona. Da igual: apenas hay sorpresa alguna cada año en los premios. Pero mira: tienes razón cuando dices que no hay interés en “marcarse” pensando siquiera en un disidente cubano. Pero, eso es una intención, no es producto del azar “olvidar” a un compatriota nuestro preso. Entonces: ¿por qué no es una intención dar el de Literatura a Vargas Llosa o el de la Paz a Obama el año anterior? ¿Seguimos una lógica para uno y no para el otro? Yo sigo en lo mismo: se están lavando la cara.
    En cuanto a la anécdota, claro que eras tú P. Tengo una duda acerca de la fecha, pues el premio a Walesa fue en el 83, aún yo no estaba en La Seña. Pero, sí que fue muy al principio de mi incorporación al grupo. Íbamos tú, Aramís y yo caminando y ustedes comentaron lo del Nobel. Tal vez lo hicieran hablando en pasado sobre cuando le dieron el premio; tal vez lo supieron en ese momento (radio Martí se lanzó en 1985 ¿no sería por esos días?)
    Lo fundamental es que la anécdota la he contado tal y como la recuerdo. Y me he reído como sabes que río.
    Así que te doy las gracias dobles: por comentar y por sacarme del limbo.
    Abrazos.

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  16. Jorge, has dejado claro desde el principio algo que yo siempre he dado por descontado: Mario Vargas Llosa es un gran escritor y merece el premio Nobel.
    Ahora bien. Antes de continuar este debate, marcado mucho más por la cordialidad y el desacuerdo que por la intención de hallar algún punto de coincidencia en visiones tan opuestas, creo que debiéramos procurar aclararnos a qué nos referimos cuando hablamos de “liberalismo”.
    Brevemente te digo lo que yo pienso.
    Como bien dices, uno de los fundamentos del liberalismo es minimizar el papel del estado en pos de la libertad de los ciudadanos.
    Te propongo entonces convenir que: en ningún rincón de este planeta se da esa situación.
    Desde el “capitalismo” de occidente hasta las dictaduras más cerradas, no se puede alterar la realidad de que vivimos en un mundo marcado por la intervención del estado en la vida ciudadana y sus relaciones sociales.
    Quiero insistir en esto porque es donde veo el divorcio enorme que hay entre lo que tú llamas “liberalismo” y la realidad pura y dura:
    en las democracias occidentales, sean las que llamas “anglosajonas” o las sociedades de bienestar europeas, es el Estado el que legisla, ejecuta, ejerce la justicia, interviene, controla, marca las normas, regula las relaciones del mercado, controlando las leyes de la oferta y la demanda, apabullando de impuestos a los ciudadanos y empresas, imponiendo controles a la libre competencia, anulando la libertad del mercado con la creación de instituciones que van desde el Banco Central Europeo hasta la Comisión Nacional del Mercado de Valores... Repito: no se puede alterar la realidad de que vivimos en un mundo marcado por la intervención del estado en la vida ciudadana y sus relaciones sociales.
    Dices, Jorge: “con la que está cayendo, con la que nos está cayendo encima a todos en estos momentos, realmente no me explico cómo se puede compartir el núcleo duro del ideario de Smith.”
    Estás coincidiendo en tu análisis con la gran estafa, la enorme mentira con la que pretenden los políticos de izquierda desmarcarse de la causa real de la crisis, tratando de confundir a la gente manipulando una realidad tan simple como esta: la crisis no puede ser culpa del liberalismo porque NO EXISTE LIBERALISMO en ningún sitio del planeta.
    Si esto que llaman “liberalismo rabioso” existiera realmente el estado no podría intervenir porque estaría minimizado y, como realmente plantean los liberales, limitado a garantizar las libertades, hacer cumplir la ley, mantener el orden.

    (continúa en el próximo recuadro)

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  17. Te voy a poner un ejemplo simple de lo que pasa:
    Si tú y yo quisiéramos poner una pequeña fábrica de aspirinas en Loeches y vender una porción del necesario medicamento que nos proporcionara un dinero suficiente para pagarnos la hipoteca y cenar los fines de semana con nuestras familias en Barcelona, chocaríamos, entre otras cosas, con el insalvable obstáculo de no poder competir con las grandes farmacéuticas, no porque esos monopolios controlen el mundo y sean malos malísimos, sino porque el Estado, ese enorme aparato controlado por los políticos, no nos permitiría poner un precio a las aspirinas que nos posibilitara competir en el mercado de los medicamentos. Se llama “control de la competencia”. Es ley. Ley no dictada por las farmacéuticas sino por el Estado.
    No tiene nada de liberal este mundo. Adam Smith, como sabes, es “radical” en la idea de que nadie debe impedirnos a ti y a mí arriesgarnos a montar el pequeño negocito que queramos, poner el precio que nos de la gana, a procurar vender lo que produzcamos, a competir y hasta a equivocarnos o, si somos capaces de conseguir brindar un producto de calidad por el que la gente pague sintiéndose satisfecha con el intercambio, conseguir dinero para la hipoteca y la cena en París... (es que esta segunda vez hemos ganado un poquito más)
    No es dificil de entender si se quiere. Yo pienso que esa propuesta es mejor que lo que hay.
    Y es eso es lo que apoya Vargas Llosa. No es “ciego” su compromiso con la libertad. Es su visión de una opción que le parece apropiada para solucionar problemas del hombre moderno, visión que tiene motivaciones éticas, morales y humanas.
    Insisto: todo está regulado, todo está controlado por el estado, por los políticos que controlan el estado.
    Esto no es liberalismo. Nos están mintiendo. Intentan confundirnos. Y lo consiguen.
    Un abrazo.

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  18. Antonio, hermano, si no me hubiera permitido “especular sobre el porqué del novel ahora”, nos hubiéramos perdido, por de pronto, este lúcido comentario tuyo.
    Me dejas sin nada que agregar a tus certeras respuestas, expresadas entre signos de interrogación, y que debieran ser el verdadero leitmotiv del debate.
    Cada día cada vez más, miserables diseñadores de falsas realidades consiguen usurparnos, unos tras otros, muchos de nuestros más valiosos asideros para la salvación de este naufragio al que nos ha llevado la holgazanería y el voluntario sometimiento a los dictados de ese domador de hombres que es el Estado. Es la ausencia de motivaciones, el aburrimiento que se instala en quien no tiene que alejarse de la cueva para obtener el alimento, ahora ya seguro. Blanda la carne del manso cordero y empaquetadas las pulcras guarniciones pre-cocidas, sólo nos queda el hombre mismo de enemigo. Y contra él arremetemos porque no habrá castigo si pruebas, tras el ataque, que eres tú el débil. Y, bueno, es fácil de probar: sólo el débil arremete contra su semejante. Mira lo que escribe Álvaro, el hijo de Vargas llosa, a raíz del Nobel:
    “Mi padre no puede ser mutilado o troceado como una salchicha para quedarse con la parte que más convenga y desechar las otras. Es la suma de muchas cosas, entre ellas su defensa perenne de la libertad.
    ”Mucho material hay en tu comentario. Ya me he prometido volver a él con calma.
    Gracias por comentar, amigo.

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  19. Rubén, amigo, si algún objetivo tiene debatir sobre estas cosas, no debería estar, en mi opinión, en la dialéctica erística, en la esgrima verbal, ni siquiera en la necesidad de compartir un discurso; sino en el afán de crecimiento personal de quienes exponen y escuchan. Intuyo que en este punto coincidimos. Yo me doy por satisfecho con lo dicho y escuchado, con lo aprendido hasta aquí. Más allá de lo ya debatido necesitaríamos tal vez de otro espacio mucho más amplio para ahondar en condiciones, porque de lo contario, no haríamos otra cosa que flotar en la superficie con similares argumentos expuestos de forma más o menos diferente. Así que yo a mis trajines... Y tú, imagino, a disfrutar de tu hijo como te mereces, se merecen. Ardo contigo en ese placer. Te abrazo. Los abrazo. Los espero. Jorge

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  20. Con todo respeto y sin ánimos de ofender, pero la última respuesta que ha dado Jorge Tamargo me recuerda la respuesta que le dio Silvio Rodríguez a Carlos Alberto Montaner no ha mucho, ( un poco más elegante o elaborada quizá ) pero me se me parece bastante - "tú tienes tiempo para esto, pero yo no puedo pasarme la vida en esto". Qué fuerte!

    El Portero de Derechas

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  21. Mira, Portero de derechas, cuando Sócrates, siendo él mismo, en mi opinión, el último de los grandes sofistas, se enfrentaba a los demás sofistas en plan especulativo, buscando la (su) verdad, según, claro, los diálogos de Platón; tenía que esforzarse por establecer un punto de partida cierto, o sea, convenir, por ejemplo, que lo blanco es blanco. Porque si, como sostenían los sofistas, lo blanco es blanco sólo para quien así lo vea, para quien así se lo represente, la verdad se hace tan inasible que pierde sentido ir en su busca. Entonces si en el debate que sosteníamos Rubén y yo, Ruben dice que no existe el liberalismo en el mundo, yo necesitaría mucho espacio para fijar un punto de partida “cierto” sobre el cual debatir. No tiempo, por suerte o por desgracia ahora tengo bastante, sino espacio, en un blog que no lo tiene y del cual no quiero abusar. Yo tendría que comenzar por ejemplo:
    ¿La dictadura cubana es un estado liberal?
    Seguramente me dirían que no.
    ¿Qué dictadura es menos liberal, la cubana o la coreana?
    Seguramente me dirían que la coreana.
    ¿El estado en Canadá es más liberal que en Cuba?
    Seguramente me dirían que sí.
    Tal vez podríamos llegar a establecer que hay niveles de liberalismo, y si hay niveles de liberalismo, hay liberalismo. Porque si no hubiera liberalismo tampoco habría antiliberalismo. Ambas categorías perderían el sentido. Fíjate, de las posibles respuestas a las tres preguntas que hice, se puede inferir que Cuba es más liberal que Corea y menos que Canadá. Aunque estos son ejemplos. No me interesa para establecer en realidad esos niveles... Luego tendría que fijar el tipo de liberalismo del que hablamos, que es del económico, y así ir desbrozando el camino para saber más o menos de qué hablamos. Porque si en medio de un debate sobre cine, una de las partes dice que no existe el cine, la otra parte necesita mucho espacio para dejar sentado que existe el cine. ¿Lo comprendes? Entonces yo me refería a eso, a que sin espacio, en un blog, es muy difícil profundizar en determinadas cosas. Y no tiene sentido darle vueltas a un asunto sin aportar profundidad, sólo cambiando los términos en la superficie. Yo podría haber contestado a Rubén en términos parecidos a los que ya había empleado, pero eso no aporta mucho. ¿Te das cuenta? La comparación de mi respuesta con la de Silvio en aquel debate con Montaner no fue afortunada. Allí había espacio suficiente para desarrollar cualquier idea, y lo que no tenía Silvio eran ideas, al menos permiso de la dictadura para exponerlas en libertad. En mi caso te aseguro que hay ideas y libertad absoluta para exponerlas. En el blog de Rubén, como en cualquier otro blog, lo que no hay es espacio para profundizar en ciertas ideas, sobre todo, si en medio del debate nos quedamos sin “suelo” y hay que volverlo a levantar.
    Hubiera pasado de hacer esta aclaración si no fuera por el respeto que siento hacia Rubén. Nunca dejo a un amigo “con la palabra en la boca” si tengo espacio para no hacerlo. Soy muy respetuoso para hacer tal cosa. Lo que no hago es dar vueltas machaconamente sobre un tema si no puedo profundizar bien en él. Y menos aún en público, porque aunque en este caso el público sea más o menos cercano, amigo, el espectáculo sería el de dos convencidos contendientes con armas tercas y romas. Y esto ¿para qué? ¿para ejercitar la erística sin sentido? Pues no. Y menos entre amigos. Quien quiera ahondar más en estos asuntos debe ir a los manuales de filosofía y economía. No es en un blog donde se pueden agotar temas tan complejos. ¿No te parece?

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  22. Estoy con poco tiempo para sentarme a escribir, por eso no he contestado “en tiempo” los comentarios....
    (Una aclaración: el servidor ha iniciado un servicio contra spam que a veces no permite que se publiquen directamente los comentarios. Si escriben y no se publica, no se preocupen que después lo “libero”. Témele al tonto que se empeña en ayudarte).
    Decía que he estado ocupado por lo que no he contestado a tiempo... al menos no a tiempo para evitar que el Portero de Derechas hiciera cosquillas a Jorge con su comentario.
    Pero, bueno Jorge, ahora que le has contestado al portero, siento que se aclara una cuestión que me tenía loco por poder sentarme a escribir.
    Mira: si hubieras respondido a mi propuesta acerca de que no existe el liberalismo en el mundo con esta respuesta que has dado al Portero de Derechas hubieran sido distintas tanto su reacción como mi sopresa ante aquella respuesta tuya sobre la que no he tenido tiempo de comentar. Pero, preferiste en aquel comentario sugerir que abandonabas el debate desplegando la sombra de la dialéctica erística como posible causa del nuestra falta de entendimiento, o sea, insinuando cierto ánimo por mi parte de “procurar ganar a pelea al precio que sea necesario”. Y es que de eso va la dialéctica erística (o el arte de tener razón, de Schopenhauer) a la que apuntas refiriéndote al objetivo del debate. Me apena, porque no te tomaste el trabajo de sugerir siquiera que decías aquello refiriéndote en sentido general al ejercicio de debatir. Ahora está claro que piensas que he acudido a alguna o varias o a las 38 estratagemas y argumentaciones tramposas que recomienda el filósofo alemán para ganar una discusión. Y nada más alejado de la verdad.
    Mi conclusión más sincera de todo esto es que los argumentos expuestos por mí en estos comentarios tienen su base en fundamentos que no son los que tienes por verdaderos. Esto podía haberte hecho concluir dos cosas: 1- que no manejas a profundidad los fundamentos del liberalismo, o 2-que el que no los maneja soy yo. Si por cualquiera de esas dos conclusiones o por cualquier otro motivo no deseabas continuar el debate, la solución era simple: decírmelo en esos o en términos aproximados (como ahora has hecho en tu respuesta al aguerrido portero)Pero, has planteado el “cierre” de tu participación en el debate, repito, desplegando la sombra de la dialéctica erística como posible causa de nuestra falta de entendimiento... Y eso parecía ser trampa. Parecía que eras tú el que usaba la dialéctica erística, si no para ganar, al menos para no perder y abandonar “dignamente”. Porque, yo puedo estar equivocado pero estoy a mil leguas de prácticas tan ingeniosas como poco éticas como las que Schopenhauer recrea.
    Eso lo nota hasta un portero, ¡y más si es de derechas!...
    Mira, mis argumentos están ahí, se pueden leer una, diez, mil veces sin encontrar en ellos más que lo que en ellos se lee. Pero, son consecuencia, muestra de lo que (ingenua o certeramente) creo. No es sólo que sean sinceros y transparentes, despojados de trampas y nada sospechosos de estar al servicio de procurarme tu aprobación o la de quien esto lea saltándome la verdad (que de todo eso va la dialéctica erística), sino que están expuestos en el lenguaje más claro y sencillo que pude procurarme. Y lo hice justo porque mi intención era y sigue siendo invitar al conocimiento de la verdad (al menos a lo que yo conozco como verdad)), a su búsqueda más que al hallazgo, al ejercicio de la aplicación del sentido común y el rechazo a las manipulaciones y a la aceptación de la mentira.
    Ahora me preocupa la posibilidad de que yo, sin saberlo, pueda parecer manipulador y capaz de acudir a técnicas engañosas para tener razón.
    No he terminado, pero debo ausentarme hasta la noche.
    (continúo)

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  23. Un último detalle: ¡me siento en la gloria! Por Jorge, por el Portero de derechas...¡por Antonio! (él sabrá por qué)
    Les dejo con lo que decía mi hermano Danny en el primer post de este mi blog:
    “Muchos debates presenciales terminan en discusión, probablemente porque, además de otras razones, la inmediatez inhibe el pensamiento lúcido y de ahí que no se acierte con frecuencia en el argumento, (somos muy raros). Las probabilidades de que eso ocurra a través del blog son pocas y esto ofrece una gran ventaja para la moderación y el acierto.”

    Abrazos a todos. Los veo luego.

    Por cierto, Jorge, no hay liberalismo... Lee nuevamente mi comentario al respecto.

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  24. Hola Jorge, me temo que Rubén no tiene ningún problema en que usemos su blog para debatir sobre estas cuestiones, es posible incluso que éste sea uno de sus objetivos. Y tienes toda la razón cuando dices que para crecer en el análisis de un problema hay que establecer puntos de partida ciertos. Pero, ¿no te parece esta premisa complicada si llevas la discución a los principios filosóficos de los modelos ideológicos y de sociedad que debatimos? ¿ No crees que, más allá de creencias y simpatías políticas, es el momento de ser absolutamente pragmáticos?.
    ¿Quieres una certeza? Yo soy de izquierdas, me siento de izquierdas, y vivo en una región-estado de este mundo gobernada desde hace treinta años por un partido de izquierdas que yo mismo ayudé a construir al grito de "Libertad". ¿No Debería estar orgulloso de esto?. Te juro que tengo muchas razones para no estarlo.
    Espero tener algún día la oportunidad de contártelas.
    Un saludo

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  25. Rubén, amigo, para nada intenté cerar una sombra sobre tu forma de debatir, cuando hablé de erística, de esgrima, de necesidad de exponer discursos, lo hice para acotar algo que no debía estar en el centro de un debate. No dije siquiera que hubiéramos caído en ello ni tú ni yo, quise decir que no debíamos sentirnos tentados a hacerlo. Si tú dices que no hay liberalismo, te colocas a una distancia tal del objeto de debate, que yo tendría que estar horas escribiendo para centrarlo de nuevo. Además, si no hay liberalismo ¿qué hacemos hablando de ello? Ves, ya nos metemos de nuevo en líos. Creo, realmente, que en los marcos de este medio, donde como bien insinúa Antonioh en su comentario, no caben demasiadas especulaciones, el tema Vargas Llosa-liberalismo quedó bien acotado. Para seguir adelante, creo, habría que disponer de otro marco, de otro espacio... Otro abrazo, Jorge

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  26. Antonioh, en un blog, si te pasas de no sé cuántos caracteres, te invalidan el comentario. Sin ir más lejos, en este mismo debate he tenido que molestar a Rubén por esa razón. Él ha tenido que subir algunos de mis comentarios. Sólo eso ya te invita a no extenderte. Pero además, en mi caso, no tengo la menor intención de convertirme en "figura" en el blog de un amigo. Me averguenza escribir más que el propio dueño del espacio. Me inhibo de hacerlo por pura verguenza. Si veo que necesito escribir mucho en algún sentido, lo evito. Más aún si para comenzar a profundizar en un tema hay empezar a echar mano de recursos que no son normales en un marco como éste... Me llevaría mucho tiempo explicarte por qué sospecho del "absoluto pragmatismo" para cualquier análisis. Pero te adelanto que soy incapaz de pensar apartado de mis experiencias y de mis lecturas, y ambas me alejan del pragmatismo que demandas. Lo siento, de veras. Por otro lado te confieso que ser de izquierdas o de derechas para mí no tiene ningún sentido. Muchas veces aparezco en un lado o en otro sin pretenderlo, pero lo achaco a la extrema polaridad del mundo en que vivimos, a sus núcleos imantados de los que se hace muy difícil escapar sin aparecer como un loco. Que tú seas de izquierdas a mí no me dice nada, te lo juro, es como si me dices que eres rubio. Para nada creo que debas estar orgulloso de ello. Ahora bien, si algún proyecto supuestamente de izquierdas te ha desfraudado, entonces entiendo aún más que no lo estés. Yo, en este debate, puedo estar más cercano a las tesis social-demócratas que a las demo-cristianas, pero eso me da exactamente igual. Repudio el liberalismo económico llevado hasta los límites que se pretenden en el mundo anglosajón, en Japón y en algunas otras economías emergentes. Y no lo hago porque sea de derechas (el liberalismo) sino porque llevado a esos extremos es malo para el hombre. Porque lo avoca a una sociedad extremadamente competitiva donde los valores se sitúan fuera de todo humanismo para descansar en saldos contables... Un Estado desprovisto de función reguladora sobre la economía, que sólo haga respetar la ley. ¿Qué ley? La libreal, claro, aquella que garantice el arbitraje último de la economía sobre un hombre convertido en actor de sus delirios. ¿Ves? Ya estamos de nuevo en lo mismo. Ahora tocaría definir estado, economía, hombre, sociedad, humanismo, liberalismo... ¿Tú crees que lo podemos hacer aquí? ¿Crees que estas cosas se pueden abordar pragmáticamente? Habría que comenzar por definir "pragmatismo". ¿Estamos hablando de Smith o de Peirce? Yo no sé hacerlo de otra manera. Aun así, te ofrezco mi amistad, y claro que me gustaría escuchar de tu boca esas experiencias que te alejan ahora de la izquierda. Ojalá algún día podamos. Abrazos. Jorge

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  27. Jorge Amargo, no te ofendas; pero en tus comentarios encuentro altas dosis de pedantería doctoral y pretensiosa, es un decir ( diría nuestro Poeta Nacional )galimatías imposible de digerir. Yo creo que un blog como éste publique tus comentarios trasnochados y pseudointelectuales ( es otro decir )es un lujo, pero bueno si eso satisface tu dañado ego y alimenta tu lastimada autoestima, pues adelante COMPAÑERO.

    Cyrus, the Virus

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  28. Cyrus, the Virus 01:35, vamos a ver: este blog publica, incluso, ese comentario tuyo no muy sosegado, humilde ni versado que digamos. Igual este blog no va a limitar el contenido o las formas de quienes dediquen parte de su tiempo a comentar o leer lo que en él se escribe, como has hecho tú. Todos podemos dar nuestra opinión, como ya lo hiciste y como lo hago yo mismo ahora. Pero, un poco de cortesía no viene nada mal. Puede que no te guste (¿o no entiendas?) algún comentario, pero, también puede que el tuyo no guste y no por ello mereces ser tratado groseramente.
    Un saludo.

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  29. Antonio, si Jorge te ofrece su amistad ¡tómala! No hay que aproximarse mucho a sus territorios para percibir que es joya que no suele ofrecer con ligereza. Y, bueno, Jorge: Antonio es un país enorme y cálido donde, además de poder alimentar el alma, siempre te vas a sentir cómodo. Si deciden viajar juntos llévenme con ustedes.
    Te confieso, amigo Jorge, que no me hallo cómodo ante la posibilidad de que te puedas haber sentido embestido “liberalmente” por momentos en este debate. De sobra sé que sabes que no ha habido esa intención en ningún momento por parte de los que aquí participamos (ni siquiera por el comentario de “El Portero de Derechas”, que comenzó aclarando que lo hacía “Con todo respeto y sin ánimos de ofender”... no dudo que es así... es ese un ejercicio muy suyo que busca siempre mantener vivo el debate)
    El problema es que esta vez has estado sólo en las opiniones en contra del liberalismo. Eso, creo que lo sabes, no es muy frecuente, y en este caso lo achaco a que no éramos muchos en la polémica (aunque estábamos bien “hablantines”). Al respecto me placerá intentar una “entrada” en algún momento.

    Creo que, de manera ingenua, he cometido un error que enmarañó el debate. A veces suele uno dar por sentado que lo que conoce y tiene por cierto, es igual de conocido, en los mismos términos y fundamentos, por el resto de las personas (aunque no sea precisamente compartido) Así que di por sentado, inocentemente, que mis argumentos referidos al liberalismo serían entendidos por todos en el mismo sentido en que yo los “reconozco y tengo por cierto”.
    Por tanto no me tomé el trabajo de especificar que “liberalismo”, en los conceptos y desde los fundamentos que manejo, no es ese falso liberalismo que a diario inunda los medios de comunicación, los discursos políticos, los libros de los nuevos gurús de la corrección y hasta los manuales por los que los ministerios de educación determinan qué se ha de estudiar en las escuelas; ese liberalismo facilón para principiantes y causante de todos los males del mundo, trastocado en sinónimo de “la derecha extrema”, adjetivado con terminología progre-negativa: anti-humano, anti-solidario, anti-social... en fin, un liberalismo ideologizado por sus detractores, que nada tiene que ver con las verdaderas ideas liberales.
    Y, ojo, no es que esas miserias que cita Jorge no existan: es que tienen otras causas y otras denominaciones. Y contra todas ellas (incluyendo a aquellos manipuladores), sabe Jorge que estoy con él. Y es por ello que está Antonio conmigo.
    No es la primera vez (ni será la última) en que al decir “liberalismo”, la imagen que se proyecta en las personas que me escuchan es la de esa amalgama de miserias que acabo de describir.
    Poco a poco en este blog iré dando referencias de cuál es mi idea de libertad, bienestar, igualdad, justicia, solidaridad bajo los preceptos del liberalismo. Entonces podremos retomar el debate.
    Gracias y abrazos a todos.

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  30. Cyrus, the Virus, no me ofendes. No creo que con tus armas, al menos con éstas que exhibes, puedas hacerlo. De verdad, pudieras escribir miles de estas cosas sin tocarme donde buscas hacerlo. Aún así, siento que mi lenguaje te ofenda o te moleste a ti. Y por ello te pido disculpas. No ha sido mi intención hacerlo. Tal vez no pueda evitar molestarte, pero te aseguro que no me divierte. Ahora sí, debo hacerte un par de aclaraciones:
    1. Yo no tengo ningún Poeta Nacional. Así que ése que citas sin nombrar, sea quien sea, será tu poeta nacional, no el mío, no el nuestro.
    2. No somos compañeros, y menos compañeros con mayúsculas. Acabamos de "conocernos", y al parecer, todavía no nos entendemos. No quiero ser pesimista, pero creo que si debo expresarme como tú, difílmente llegaremos a entendernos.

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  31. Rubén ,hermano, no te preocupes. Es un placer enorme hablar contigo, con vosotros. En ningún momento me sentí incómodo. Si me hubiera sentido incómodo no pasaría nada, pero te juro que no ha sucedido. En estos intercambios de opiniones lo frecuente, lo lógico, lo fértil es que no haya plenas coincidencias. Quien se sienta incómodo en tales condiciones, debiera inhibirse de participar. No es mi caso. Gracias por todo. Y cuando digo todo, hablo de todo. Te abrazo. Jorge

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  32. Bueno, yo por mi parte doy por cerrado este debate en el contexto de este blog, a la espera de tener la oportunidad de continuarlo frente a una copa de Ribera del Duero, placeres que aún no ofrece este medio en el que nos movemos. Gracias por vuestra sabiduría y espero impaciente otro motivo de debate. Y si yo soy un país Rubén, tu eres todo un continente. Abrazos a todos.

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  33. No sé por qué me parece que ese "Ribera del Duero" lo tendré que poner yo por pura razón geográfica. Vale, lo acepto. Puedo, incluso, "estirarme" hasta una comida castellana. Pero aquella comida en Barcelona de la que hablbaba Rubén, y sobre todo, la de Paris, que la pague Rubén, que para eso tuvo la idea (río). Abrazos. Jorge

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  34. Jorge, no busco ofenderte, palabra que no, solo quería joder un poco, provocarte ( en el mejor sentido, al menos que hicieras lo que hiciste,que me respondieras ), pero te aseguro que no quería ofenderte, ni a tí ni a nadie. Rubén me conoce y sabe que no soy así y ésa no ha sido mi intención. Además, me alegra saber que no tienes POETA NACIONAL , yo tampoco y que no eres COMPAÑERO, yo tampoco. Creéme, solo estaba jodiendo y frivolizando un poco porque tanta lucidez intelectual escapa a mis limitaciones intelectuales y quería bajar el tono de una polémica tan interesante. No me ofende tu lenguaje ni me ofendes, para nada. No tienes que pedirme disculpas, soy quien debe pedirtelas a tí si la broma que he usado ha sido de mal gusto, de veras. Es cierto que acabamos de "conocernos" y yo estoy seguro que algún día llegaremos a entendernos. Lamento, reitero, haberme expresado en esos términos solo por pura frivolidad o una broma desafortunada, te aseguro que no volverá a ocurrir. Ya Rubencito también me ha "jalao" las orejas y lo último que quisiera que alguien se sintiera incómodo.
    Rubencito, sí entiendo y sí me gustan los comentarios, solo quería, como he dicho, y no quiero seguir insistiendo machaconamente en este punto, joder un poquito.
    Jorge, aunque aún no somos amigos ( algún día lo seremos ), te envío un saludo y un abrazo fuerte,
    Mis más sinceras disculpas,

    Cyrus, the Virus o mejor aún El Portero de Derechas

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  35. Cyrus, Portero, no te preocupes. No hacían falta las disculpas. No me ofenden esas cosas, de verdad. No tengo poeta nacional, porque para mí la poesía es algo muy serio, casi sagrado, en lo que no admito tales frivolidades. Como me imagino que eres cubano, y que hablabas de Guillén (Nicolás) te digo que leí y leo a ese poeta de vez en cuando, y que lo estimo en cuanto a su nada despreciable aporte a la "poesía de la negritud" dentro de la poesía en castellano. Sin embargo, me parece un poeta menor en sentido general y me enerva su servilismo al régimen, a partir del cual escribió lo peor de su obra. Si tuviera que votar por un poeta nacional cubano, votaría por Lezama, pero creo que Lezama no se merece tal "honor". Esto de emplear a los poetas para fines tan dudosos me resulta muy sospechoso. Sin embargo, sí que puedo ser compañero de cualquiera que me quiera bien acompañar. Mira, si buscas en la R.A.E., verás que compañero quiere decir, ante todo, persona que se acompaña con otra para algún fin. Tampoco acepto que un partido, un grupo o cualquier otro “ente” le “robe” a la lengua una palabra tan bonita. No recuerdo bien, pero creo que compañero es una palabra que aparece hasta en el Quijote. A mí me gusta usarla y a veces la uso. A pesar del abuso del que ha sido víctima en los últimos años, es una palabra que me suena bien... Insisto, no te preocupes, con aquellas provocaciones no se me hiere, aunque me alegra saber que tienes la capacidad de preguntarte si has podido herir a alguien y de pedir preventivas disculpas. Un cordial saludo. Jorge

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  36. ¡wow!... en este exacto momento de "la cosa universal" no creo que haya nadie en este mundo más complacido y orgulloso de la soberbia bandada que le ha tocado de compañeros de viaje que este viejo guajiro frágil, sentimental y ridículamente lacrimoso.
    Cuando pienso en la cualitativamente enorme dimensión de esa bandada diseminada por medio mundo (aunque aparezcan por aquí apenas unos pocos) temo corromperme de tanto tesoro acumulado.
    ¿Cómo puede habérsele escapado a liberales y antiliberales lo rico que puede llegar a ser un hombre sin tener dinero ni propiedades intercambiables?
    Lástima que la vanidad no cotice en bolsa ¡con lo que me gusta el dinero!
    Gracias de todo corazón.

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  37. Vale Jorge, no sabes qué peso me quitas de encima sabiendo que no te has ofendido, pues ya había comenzado a preocuparme diciéndome - "Coño, he metido la pata". Suscribo lo que dices sobre la poesía y sí, hablaba de "Guillén, el malo, el de Cuba". A mí también me parecía lamentable su sumisión incondicional a la dictadura; sin embargo tuvo algunos gestos que se podrían mencionar, el más importante de los cuales, creo, fue no asistir a la humillación que protagonizó H. Padilla en la UNEAC; no quería formar parte de aquel monumento a la infamia y argumentó enfermedad o algo así. Insisto, no quiero defenderlo ni mucho menos, podía haber hecho más, pero me consta que evitó más de una injusticia con algunos de los intelectuales cubanos, en fin.
    Jorge, te extiendo humildemente mi mano y te envío un caluroso abrazo,

    Rafael, El Portero de Derechas

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  38. Portero, sin ánimo alguno de abrir otro debate, recientemente estuve leyendo unas cartas escritas por N.Guillén a Alberti (tal vez las conozcas) donde se felicitaba por los fusilamientos del régimen en los primeros '60. Venía a decir algo así como que había que hacerlo para poder edificar el futuro, que era una necesaria limpieza, entre otros disparates de ese tipo. Y no era entonces un joven impulsivo. Ya era un hombre maduro. No conozco su implicación real en el caso Padilla, pero como hombre, jamás N.Guillén quedará rehabilitado en mi memoria. Se trata, además, y siempre en mi opinión, de un poeta menor con cierto "duende" que hizo (más bien redondeó) algunos hallazgos para la poesía en castellano. A mí su poesía "negra" me resulta graciosa y todavía fresca, válida. Otra cosa no le encuentro, más allá de ciertos poemas de amor, muy clásicos, por cierto, que no están del todo mal. No me extiendo más. Lo que quería decir, sobre todo, al margen de su calidad poética, es que forma parte de esos intelectuales que han quedado terriblemente marcados por su compromiso de sangre con el poder o el contrapoder, que es más o menos lo mismo. Estas marcas se borran con el tiempo, pero en el caso de N.Guillén, mucho me temo que con esas marcas se borre casi todo lo demás. Abrazos. Jorge

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  39. Luis el guajiro de Pinar del Rio en Madrid.17 de octubre de 2010, 12:25

    Muy bien Rubén, muyyyyyyyy buena la reflexión. Escribes tambien como haces musica. Enhorabuena...

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  40. Luis el guajiro de Pinar del Rio en Madrid.17 de octubre de 2010, 12:27

    Muy bien Rubén, muyyyyyyyyy buena la reflexión. Escribes tan bien como haces musica.. Enhorabuena....

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  41. Jorge, estoy de acuerdo contigo. Para mí tampoco Guillén será nunca un POETA y su nombramiento de Poeta Nacional se lo debe a su servilismo,no hay duda de ello. Me gustan algunas cosas que escribió en los años 50, pero desde luego nada del "cosmonauta sube, sube, sube...", creo que decía, no recuerdo ( gracias a Dios ) muy bien. No conozco las cartas a Alberti ( personaje lamentable donde los haya ). Parece que lo de H. Padilla fue algo tan infame, lamentable y vergonzozo que olfateaba que quedaría para la posteridad y no quiso participar de aquello. Cuando dices que redondeó algunos hallazgos, te refieres a algo que había hecho antes Emilio Ballagas? Te pregunto pues algunos investigadores lo reconocen deudor de este otro poeta, para mí hay algunos aspectos comunes pero no creo que se pueda hablar de la influencia de uno sobre otro, no me lo parece. Pero no conozco en profundidad la obra de uno ni de otro, he leído muy poco de los dos, por eso mi pregunta. Me gustaría, si sabes sobre el tema, que me dejaras saber tu opinión. Sobre el hombre Guillén, no creo que pueda añadir nada más de lo que tú has señalado. Pero me ocurre con él y con otros intelectuales, me viene a la mente ese grupo de Mirta Aguirre, Marinello, J.A. Portuondo, y otros estalinistas del mismo corte; la infamia de la inteligentsia cubana. Nada más por el momento. Te envío un saludo afectuoso,

    El Portero de Derechas

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  42. Bueno, Portero, Guillén y Ballagas tal vez llegan juntos a la negritud en poesía. Ambos tienen antecedentes más o menos significativos en Creto Gangá (siglo XIX) y Boti, Poveda o incluso más tímidamente Acosta (siglo XX) También se acercaron al tema Guirao y Pedroso. Desde finales del XIX en Cuba, y no sólo en Cuba, sino también en Estados Unidos y hasta en Francia, el interés por "lo negro" en el arte fue notable. En Cuba resalta (aunque no en literatura) la figura de Juana Borrero con sus "Negritos". Creo que Guillén publicó "Motivos de Son" en 1930 y Ballagas "Cuaderno de Poesía Negra" unos años más tarde. Pero ambos tuvieron antecedentes. Cuando dije que Guillén "redondeó" esta vertiente de la poesía en castellano, me refería a esos antecedentes. Yo creo que Guillén en lo formal fue quien más lejos llegó, quien más partido sacó. Eso hay que reconocerlo. A mí esa poesía suya todavía me divierte. Sin embargo, creo que Ballagas es, en general, un poeta más sólido que Guillén. Creo que Ballagas es un poeta más refinado y más hondo, tal vez más cercano a la sabiduría del taita lezamiano. Tal vez Guillén logró más en lo formal, en lo rítmico, en la sonoridad. No sé, estoy lejos de ser un especialista en estas cosas... Con relación a los intelectuales comunistas cubanos que mencionas, creo que no debemos despreciar su valía por completo. Por ejemplo, Marinello y Carpentier son para mí muy aprovechables. A Mirta Aguirre y a Portuondo los leí menos. Villena me parece que era un poeta muy talentoso. Tal vez uno de los más prometedores de su generación. En fin. Hay de todo. Uno no se explica cómo los que llegaron a experimentar el régimen en su patio (no es lo mismo vistar la URSS como "turista político" que ayudar a levantar su remedo en casa) siguieron ciegos a sus matones. Carpentier llegó a decir que la más genuina literatura de los '60 en Cuba se cuajó en las tribunas. Todos llegaron a extremos increíbles y fueron cómplices más o menos activos de la pretendida y tristemente alcanzada "doma" de la cultura cubana. En el caso de Guillén, las referidas cartas a Alberti para mí fueron ya el colmo. Las descubrí hace relativamente poco en la red. No sé, tal vez si buscas en algún buscador, por ejemplo: "cartas de Guillén a Alberti" todavía las puedas encontrar. Un abrazo. Jorge

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  43. Uf!!! Ya esto tiene pinta de reunión decente, los cubanitos dejaron de halarse la leva y sacaron las uñas, intelectuales, pero uñas, así me gusta, machotes, a demostrar que hay neuronas!
    Anónima de la perorata.

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  44. Que suerte tienen los premios, principalmente el NOBEL ese. Un abrazo.

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