Una niña escribe unos versos en la pared de un edificio de la administración del estado. Son versos de amor:

“ERES BESO, DELICIOSO.
DE LOS QUE SABEN AVELLANA,
A RUISEÑOR Y A CACAO”
Alguien, que probablemente no entiende de versos, de niños ni de besos, quien quita que hasta ni de avellana y cacao (lo de “ruiseñor” ya es francamente agresivo), alguien ve un posible delito y llama a la policía.
Llega la policía y comienza a levantar acta del suceso:

Cuenta una ovejita que el policía, observando la prueba del delito, inquiere a la niña:
- Eso que has escrito... ¿se te ha ocurrido a ti?
- Sí, señor, son unos versos míos...
- Ummm...
Cualquiera que lo observe puede pensar que el policía duda, conmovido ante la belleza o la madurez del delito. Pero no, el representante de la ley sólo hace su trabajo. Sucede que él es apenas velador de esa ley y por tanto desconoce ciertos matices; y lo sabe. Digamos que se decía:
“¿Cuántos otros delitos puede estar cometiendo esta chica? Porque, la pintada es un claro delito, pero... una niña enamorada puede que sea también un delito. Aunque, una niña que dice cosas como esas no parece tan niña. Delito no es ser niña. Delito tampoco es decir cosas como esas. Entonces: Delito es que una niña diga cosas como esas. Uf... En cualquier caso hay que elegir sólo un delito: ¿la pintada, los versos, la niña... el ruiseñor o la ovejita?”.
Venga, ponemos en la multa la pintada y nos guardamos los versos y la niña como pruebas.

...alto, alto, alto... La mira de nuevo. Efectivamente, no parece tan niña.
La ovejita no sabe si fue el policía o si quien redactó el informe o su secretaria. El caso es que hubo un error en el informe:

Listo, un simple número cambiado en la fecha de nacimiento y ya nos hemos quitado de encima a la niña, sus versos y los dos bichos.

El error en la fecha de nacimiento equivocada ha provocado que a María se le considere mayor de edad y se le siga el expediente por los juzgados ordinarios y no por el juzgado de menores.
Por eso está citada

acusada de:

(sólo quedó el delito) Actos Vandálicos. Así, con esdrújula: vandálicos...
Anda, ¡eso sí que es un delito! María, la niña, la ovejita, que mucho sabe de la palabra, no se iba a andar con melindres en su primer delito literario.
Hasta aquí la anécdota. Que es sólo un pretexto para lo que verdaderamente me interesa: presentar a María. Ove para quienes la siguen en su blog Reflexiones de una ovejita.
Seré breve porque nadie habla mejor que Ove de María.
II
En Cuba solemos presentar a las señoritas en sociedad cuando cumplen 15 años. Las vestimos de princesas con los mismos trajes con que después se vestirán de novias. Y las hacemos cargar, durante siglos y siglos de indescifrable sonrojo, con unas enormes fotos repletas de poses provenientes del mejor o el peor kitsch (en cualquier caso siempre intenso) heredado y reciclado en el inagotable laboratorio de nuestra imaginería tropical.
Pero, María es gaditana, andaluza, española. Llevo algunas semanas pensando un traje para ella. He descosido y vuelto a coser varias veces un barroco soneto lleno de vuelos que nada tendrían que envidiarle a aquellos trajes y poses que refería. Pero no consigo estar a la altura. Porque, aunque ya María tiene 15 años, cumplidos en septiembre, tenía apenas 11 meses cuando la conocí. Porque la he visto creciendo desde cierto rincón de mi pecho. Y por estas otras razones que aquí resumo.
Yo salí de Cuba rumbo a mi hijo en 1995, pero Dios tenía otros planes para mí: me había reservado una familia cinco estrellas, una suite que entonces integraban María, sus padres Pepa y Antonio y sus tíos Monte y Fali. Un lujoso rincón lleno de amor y poesía en una apartada barriada, cerca de Cádiz, cuyo incalificable nombre, Meadero de la Reina, servía de tapadera para el lavado de todos los desgarros, las tristezas, las rabias y las fobias que oscurecían la fugitiva piel de mi alma. Un inmejorable taller en el camino donde reparar los averiados sueños que traía de la tierra de la que había sido expulsado.
Ellos consiguieron que yo me reuniera con mi esposa menos de dos meses después. Ellos fueron nuestra cama, nuestros manjares y nuestra canción del primer exilio. No tengo tiempo de vida suficiente para poder agradecerles. Desde entonces, siempre que hablo de mí, de mi familia, de mis amigos, de mi vida y mis canciones, estoy hablando también de ellos, hoy mejor iluminados aún con la incorporación de esas tres inquietas luciérnagas llamadas Montesita, Andrea y Julieta.
Finalmente, he preferido que hable María. Les adelanto algunas de las piezas de su traje, escogidas al azar y sólo como leve señal de llamada para que visiten su blog y disfruten con esta excelente escritora y poeta de vandálicos versos y sorprendentes modos literarios que es María Hermida Carro, Ove.
Reflexiones de una ovejita.

Una advertencia.
Cuidado con el corazón: cuando entras al blog de una niña de 15 años no esperas encontrar a Nat King Cole cantando “Fly me to the moon” como nadie ha podido interpretarlo nunca.
Acerca de su blog. CadizTotal.com
En ese trocito de red se puede encontrar con facilidad cada uno de los detalles que me hacen persona. Puedes encontrar mis manías, mis dolores, mis necesidades, mi música (que es una parte importante de mis definiciones personales) y si se busca bien, se puede identificar a las personas que realmente me hacen falta.
Y todo esto, al final, para dejar clara la idea de que hay pocos poderes más absolutos que el de la palabra.
El día que cumplió 15 años. Fivetheen:
Atención, vida. Porque comienzo por la puerta grande. Dejo de ser tan niña para serlo solo un poco. Me muero por morderte al cuello y dejarme seducir por todos los olores que quieras mostrarme. Se me echan encima los años vertiginosos, en los que tendré afrontar cambios que en realidad no quiero ver. Pero entro, decidida, porque me has despedido de los anteriores con mas dulzura de la acostumbrada.
Cuando aún tenía 13 años. Peter Pan
¿¿A quien no le entro nunca el complejo de Peter Pan??
...Cuando te das cuenta de que la magia se esta perdiendo, de que el amor no mueve planetas, de que los valores quedaron anticuados y lo modernos es rompernos unos a otros las ganas de vivir. Cuando te chocas contra ese muro inevitable que nos coge a todos, y convives día a día con el dolor infranqueable de mantener el equilibrio en la cuerda. Te das cuenta de lo que perdiste al dejar de ser niño.
Un cuento corto. You're the direction:
-Ayer pensaba en que pasaría si de repente pudiera encontrarme con la que fui a los 9 años, y que demonios le diría.
-¿Y que le dirías?
-Creo que le(me) abrazaría muy fuerte, y le pediría que nunca se rindiera. Que pasara lo que pasase, yo estaría esperándola, que siempre tendría a alguien cerca aunque no lo sintiera así. Que yo sé de lo que estoy hablando, y que por muy chungas que se pongan las circunstancias, fuese la más valiente y jamás renunciara a lo que quisiera de verdad.
-¿Y si viniese tu yo de...25 años, y te dijera todas esas cosas?
-Entonces sí que tendría razones para no rendirme jamás.
Enlaces relacionados:
"Tu nombre en las paredes de mi ciudad" por JUAN JOSÉ TÉLLEZ en La Voz Digital
"El caso de la niña bloguera y la pintada de amor" en La Telaraña por PEPE CONTRERAS, en elEconomista.es
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