lunes, 2 de noviembre de 2009

¿La gente no aprende, la gente no piensa?

¿Podría esto llegar a suceder en Cuba?

I
En este post : ¿Las elecciones alemanas desmienten la nostalgia comunista? ... su autor, Albert Splugas,  plantea que, "observando los resultados de las elecciones (en las que apenas un 20-30 % votan a los herederos del antiguo régimen) es difícil  tomar en serio la encuesta que revelaba que una mayoría de alemanes del este siente nostalgia por el comunismo.”.

Me da un susto hondo y triste: será minoritario, sí, pero es un porcentaje enorme. Porque ¿quiénes pueden sentir nostalgia de aquellos años de comunismo en la RDA?   Las personas cercanas a los altos círculos de poder, los que se beneficiaban de aquel régimen eran apenas unos cuantos. El resto era pueblo, pueblo puro y pelao'. O sea, gente que no tenía libertad, que vivía vigilada las 24 horas, que no podía expresarse libremente, ni poner sencillamente un negocio y buscarse la vida, ni largarse o regresar cuando le diera la gana adonde le diera la gana, ni escuchar la música, ver la película o leer el libro que se le antojara, ni educar a sus hijos como entendieran apropiado, ni prosperar o negarse a lo que no le gustara sin correr el riesgo de ir a parar a la cárcel o al paredón.
O esas cosas son importantes, y pesan, o algo en mi mente no anda bien. Ya sé que una cosa no quita la otra, mucho menos en mi caso: algún golpe que me dí de pequeño en la cabeza me hace tener fe aún en que la cordura conduce a los humanos irremediablemente hacia la búsqueda de la felicidad, incluso como auto-protección ante la idea inminente de la muerte, y que a esa felicidad se llega sólo a través de la libertad, de la libertad, de la libertad... (anda, ya me duele la cabeza).

Me entristece, me asusto y no entiendo ¿La gente no aprende, la gente no piensa?
Comienzo por lo segundo: la gente no quiere pensar, la gente no tiene tiempo para pensar, pero sobre todo la gente no sabe pensar. Nacemos, nos enseñan muchas cosas, pero no nos enseñan a pensar.
¿Tampoco aprende por sí sola la gente?  Si, pero las cosas elementales: debo comer, ver la tele, dormir cómodamente, pasar el menor trabajo posible. No, la gente no aprende por sí misma porque tampoco sabe aprender. No nos enseñan a aprender. Quienes tienen en sus manos el poder para legislar y propiciar que se enseñe a pensar y a aprender solo legislan y propician lo que saben. Y hace muchos años que quienes ostentan ese poder dejaron de ser grandes pensadores, hombres cultos, humanistas, pedagogos, inventores, escritores, científicos, hasta poetas. En algún momento los hubo.

¿Quiere esto decir que yo sí me creo capaz de pensar y de aprender? En lo absoluto, más bien soy lento para ambas cosas. Pero, por si pudieran (para mentes suspicaces) resultar ofensivas mis tristezas anteriores, hablaré entonces de reflejos condicionados. Diré que estoy amaestrado, que es pura y simple experiencia. La de haber vivido bajo la dictadura comunista y de saber que ya nunca dejaré de ser víctima de ello. Una experiencia que es no sólo mía, pero que al menos yo he decidido no tirar al cajón del olvido como parece hacer ese 20-30 % de ciudadanos alemanes y sé que muchísimo personal más que ha pasado por situaciones similares, cubanos entre ellos, incluso algún amigo.

Me entristece y asusta, porque vislumbro una situación similar en una Cuba futura. La nostalgia de cierta cantidad de compatriotas por estos últimos cincuenta años de “revolución” se pondrá de manifiesto, primero, entre la parte más crédula y olvidadiza del pueblo y, poco a poco, comenzará a ser utilizada por los listillos de siempre para hacer carrera política y llegar al poder. Por último, lo más repugnante: la reinvención de todo este período por parte de oportunos historiadores e intelectuales de toda índole, a muchos de los cuales ya se les ve chapoletear entre la crítica al capitalismo, del que disfrutan a plenitud, y el lanzamiento de discretas señales a determinados individuos, grupos y asociaciones que poco a poco se perfilan como posibles futuros poderes en la isla. Visión de mediano y largo alcance de esas aves de rapiña que saben que las arcas del estado cubano volverán, ya en tiempo no muy lejano, a estar repletas de dinero de “nadie”.


II
No  basta vivir en libertad para aprender a ser libre. Mucha gente necesita que, además, se le explique cómo hacer uso de la libertad y qué sentido tiene.
La persona libre no entiende que alguien no sepa cómo vivir en libertad. La persona realmente libre y decente es incapaz de  pretender “imponer” la libertad al prójimo. Para ello tendría que explicarla e ideologizarla.  Y donde hay ideología no hay libertad.
Entonces aparecen ellos, los políticos, los líderes, los salvadores. Han encontrado un vacío, una grieta, una vulnerabilidad en el sistema democrático. Ellos sí se toman el trabajo de explicar la libertad. Y de tergiversarla y manipularla, por supuesto. Pero eso no lo nota mucha gente; recuerden: la gente no piensa.
De resultas, toda esa gente y mucha más termina creyendo que existe un modo de obtener la libertad y de llegar a la felicidad que no requiere esfuerzo alguno: que otros nos lleven a ellas, que otros nos las consigan, nos las envuelvan y nos las envíen a casa. Que otros repartan la libertad y la felicidad a partes iguales entre todos. Y, claro, quién sino esos políticos, esos líderes y sus mediocres gobiernos.

Pero así está diseñado el mundo, así lo hemos diseñado. Y el problema a estas alturas radica en saber elegir el mal menor. Si pensáramos o aprendiéramos de los fracasos y los golpes recibidos nos evitaríamos caer una y otra vez en las inescrupulosas garras de nuestros propios errores, y con ello conseguiríamos mantener a reguardo a nuestros hijos.
Mas, no hay remedio; ahí están esos nostálgicos de medio mundo, desorientados, desamparados, buscando en el pasado lo que no son capaces  de vislumbrar en el futuro porque el presente está lleno de incertidumbres; y porque, aunque en la tele, en las escuelas y desde los distantes balcones del poder se les cuenta que la felicidad y la libertad son "derechos inalienables", nunca se les dice que esos derechos no se dan silvestres, sino que hay que plantarlos, cultivarlos y conservarlos bien protegidos en ese invernadero apenas sin usar que es nuestra responsabilidad.

Algo habrá que se pueda hacer para que los cubanos conservemos siempre, fresca en la memoria, la desolada imagen de este brutal tsunami de familias separadas, destierro, humillación, esperanzas rotas, sentimientos divididos, muerte, impotencia y espera, larga espera a que nos hemos visto sometidos durante cincuenta años.
La nostalgia por un pasado lleno de tristezas es una cobardía; la cobardía de no querer adentrarnos en ese futuro que se anuncia oscuro y vacío y llenarlo de nuestra luz, como se merece.

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7 comentarios:

  1. Rube, como sabes este verano estuvimos en Praga.
    Hay miles de tiendas en la zona turistica que se dedican a vender antiguos iconos de la era comunista. Todo un carnaval en el sentido rablesiano del termino.
    Hay una confabulacion secreta detras de las apariencias libres de la democracia... es decir, te animan tanto a ser y decir, que pierdes referentes. No se si esto es exactamente bueno.
    Tengo, como tu, un miedo enorme a la Cuba del dia despues.
    Miedo de esos porcentajes que diran: con los Castro nos iba mejor, pero piensa en el ejemplo español que lo tienes cerquitica... esos grupos nostalgicos de Franco, de donde he sacado la frase anterior.
    Debemos ser pacientes y luchar no por adoctrinar a los otros, caeriamos en la trampa, sino con nosotros mismos para mantenernos lucidos en medio de tantos delirios... hay un negocio redondo detras de todos y cada uno de los discursos... no lo pierdas de vista.
    abrazo largo e iluminado por esta magnifica, brillante entrada.

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  2. Así es Mabe, dirán: "nos iba mejor".
    Es inevitable esa añoranza del castrocomunismo que vendrá; de hecho acá en España encuentra uno montones de cubanos, sobre todo los llegados en los últimos cinco años, que dentro de los obligados Adidas calzan un cheovinismo cheonostálgico que los tiene el día entero hablando pestes de este “mundo capitalista” y cheoañorando una Cuba que, escuchándolos, no sabe uno por qué abandonaron. ¿Te suena “yovinepacáperoyoencubasivivíabien”?. Es una nueva “variedad” de cubano (¿la F-666?) que, a diferencia de lo que ocurría al cubano tradicional, decide deshacerse de su “envidiable” calidad de vida y abandonar el “bienestar” que le ofrece la revolución, dejando a buen resguardo en la isla un “excelente y bien remunerado puesto de trabajo” (“yosimelasabíabuscar”), la tranquilidad que ofrece la “gratuidad” de importantes servicios como la salud (en realidad hablan tan enredado que no tengo claro si dicen “no tener que pagar” o “no tener qué pagar”), la educación (un “bien” que ellos protegen con mucho énfasis, consiguiendo que nadie se percate de que lo poseen), y renunciando a la ventaja de no tener que pagar ciertos productos de lujo que ya se han abolido en la isla, como son la comida, la vivienda, los viajes, un auto, la ropa, y dejando atrás, por último, la seguridad que te propicia el no tener que hacer uso, entre muchas otras, de la libertad de expresión ó reunión, esas cosas tan estresantes.
    De todos modos está claro que no todos son iguales. Hace un año conocí a una muchacha que llevaba Nice en lugar de Adidas.

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  3. Asere compañero Rubén:
    He estudiado algo lo que planteas y te doy firmado y con cuño puesto lo siguiente: los que dicen eso que señalas son compatriotas de mediocres hacia abajo, que se acostumbraron a no trabajar, a vivir (sobrevivir) del trueque, el robo y el mal ocio y al llegar a "afuera" y ver que deben sacrificarse para tener (lo material y lo no material), no lo soportan. Porque quedan en evidencia que son unos frustrados. Recuerda que allá se formaron sólo para emborracharse y satisfacer mínimamente sus necesidades fisiológicas, pero de hablarles de pensar, de espíritu, libertades, derechos humanos, etc., ni lo pienses, porque el gobierno de allá sólo le interesa, como sabes bien, formar animalitos sin cerebro (mitad humanos mitad animales, por eso les digo "animanos") para que no les cuestionen nunca sus disparatadas formas de mantenerse en el poder.
    Por tanto, yo soy más optimista que tú y no me preocupan esos 20-30%, porque siempre habrá un bajo números de humanos que siempre serán más animanos, como los actuales honekercistas, o los franquistas, hitlerianos, pinochetistas, ceaucesquistas, duvalieristas, fidelistas o cheos (seguidores del "che"), que vemos por ahí. Pero por suerte, ninguno de esos grupos llegarán al poder, por lo menos en estado puro, porque buscarán alianzas sí, de otros que también necesitan poder y que son olvidadizos a conveniencia. Sin embargo, cuando llegan al poder mezclados se hacen más inofencivos. Eso es lo que ha demostrado la Historia (no la Historia que escriben los animanos).
    Saludos de un clasista (pero no diferencio por rico o pobre; estudiado o no; negro o blanco; izquierda o derecha; los que piensan distinto a mí o no; no, soy clasista porque no soporto a las malas personas, a los que hacen daño a conciencia, a la mala clase. Con esa agente soy intransigente.

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  4. Hermano, mientras visitaba la ciudad de las Artes y la ciencia de Valencia tuve la suerte de ver en una de sus galerías un documental realizado por un antropólogo español en el que mostraba su experiencia de convivencia de varios meses junto a los habitantes de una comunidad indígena del Amazonas llamada ZOE (que significa NOSOTROS). Aparte de ser una comunidad cooperativa y solidaria entre sus miembros, respetuosa con el habitad que les ofrece su subsistencia etc, una de las observaciones que hacía este antropológo es que, los ZOE como grupo humano carecían de jerarquías y divisiones entre ellos (eso explica el NOSOTROS como identidad), no existían tensiones entre ellos que los llevara a excluirse mutuamente; incluso su ritual o fiesta más venerada era el culto a la mujer y la maternidad en el que los hombres en homenaje a ellas, se disfrazan durante una semana de mujeres y simulaban simbólicamente su embarazo, es decir, ni huella de patriarcado o matriarcado por allí. Según el antropólogo, para ellos no existe la palabra LIBERTAD, no estaba registrada en su vocabulario y su conciencia porque sencillamente viven en libertad, son la LIBERTAD y por eso mismo desconocen el significado de una palabra que a nosotros, occidentales, "civilizados" y "desarrollados" nos trae de cabeza.
    Volviendo a nuestra triste realidad, aqui es casi un imperativo pensar la libertad porque vivimos en una cultura de dominación y servidumbre, en una cultura patriarcal, jerárquica y elitista, de confrontación y exclusión, una cultura centrada en la apropiación y el control de los recursos naturales y de los seres humanos. Solo en una cultura diseñada de ese modo, la palabra LIBERTAD adquiere sentido. Por otro lado sucede además que, otro de los obstáculos que impide profundizar en lo que esta significa es su sistemática reducción a lo político es decir, la identificación de la LIBERTAD con la esfera política. A partir de ahí pierde toda su connotación ética, social y antropológica, se IDEOLOGIZA su reflexión, se ESTATALIZA su significado y deja de ser LIBERTAD para convertirse en AUTORIDAD. Sin embargo, la reflexión sobre la libertad, en mi opinión, trasciende los estereotipos político-ideológicos que nos vende la politocracia y los medios de comunicación diariamente haciéndonos creer la ilusión de que "somos libres" según votemos a uno u otro partido político. La reflexión sobre la libertad _en mi opinión_ va más allá de esos clichés y sus dicotomías: conservador / progre, izquierda / derecha / comunismo / capitalismo porque ambas son fórmulas de una misma ecuación: la dominación, las caras del tributo y la servidumbre.
    Es hora de aprender a pensar el significado profundo de esa palabra, interiorizarla y encarnarla para no caer en la paradójica trampa que vislumbró acertadamente Spinoza cuando dijo: ¿Por qué los hombres luchan por su esclavitud como si se tratara de su libertad?
    Gracias Ruben, te abrazo
    Julio Fowler

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  5. Buena reflexión. Creo que la respuesta a buena parte de esas inquietudes está en "la insoportable levedad del ser", que ya conoces.
    Las multitudes y su correspondiente "cultura ( ¿y/o política?) de masas" no siempre toman los mejores caminos. Hay imnumerables ejemplos nefastos en el pasado siglo y en lo que va de este. Menos mal que Whitman nos asiste: "la multitud me arrastra de un lado a otro, pero yo estoy dentro y fuera del juego" (más o menos la traducción)
    Por otro lado opino, modestamente, que en el mundo de hoy (ojo que es importante esta aclaración) solo el DINERO te da la verdadera libertad, lo demás es "muela bizca trasnochada", "politiquería pseudointelectual" y un montón de cosas más... (y no me refiero a tu artículo que es muy directo) Claro está que a la libertad que te refieres, (y en eso estamos de acuerdo) el comunismo y el fascismo se llevan el Gran Prix en ponerle coto, pero eso no quita que los otros también hagan de las suyas con guantes de seda.
    Un abrazo
    El Caballero de París

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  6. Sorprendente cómo tres puntos de vista tan distintos tengan como premisa y se soporten sobre una base común: la relatividad de la libertad que, hoy por hoy, tenemos a nuestro alcance.

    - Anónimo 13:16 encuentra en las ambiciones de quienes ostentan el poder las razones de tanta mediocridad e inconsciencia. Considera que los “animanos” resultantes de tantos experimentos totalitarios no son una fuerza a tener en cuenta, pues quedan neutralizados al ser minorías que sólo como soporte a grupos con mayores posibilidades, oportunistas (“olvidadizos a conveniencia”), consiguen acceder al poder. Yo agrego que, aunque no consiguen grandes influencias, sí logran estabilizar su protagonismo alternando entre uno y otro grupo en el gobierno, que necesitan de ellos para completar mayorías..

    - Julio Fowler nos alienta con una hermosa parábola-propuesta acerca de la libertad, para a continuación diseccionar tanta credulidad “libertosa” martillando nuestra ingenua ilusión de creernos hombres medianamente libres. Yo matizaría un par de cosas, para tratar de buscar luz en el tema.
    1- La constante asociación del concepto de Libertad con la esfera política se debe a que los Gobiernos, que debían ser simple administración que garantizara la consumación de esas libertades, se convierten en el principal y más directo limitador de las mismas...
    y 2- que nada nos obliga a dar por ineludible nuestra inserción en ese real submundo que Fowler crudamente describe, ya que, haciendo uso de una libertad posible, bien pudiéramos largarnos todos al Amazonas, adonde los ZOE, y deshacernos definitivamente de las tantas miserias que nos impiden crecer. No hacerlo nos convierte en cómplices de lo que con razón odiamos.

    - El Caballero de París despliega todo el abanico de la percepción y, al amparo de la luz que genialmente aporta Kundera, va de la abstracción poética al pragmatismo más desenfadado. Mundo imperfecto mundo maravilloso no puedo contigo no puedo sin ti. Sólo el DINERO propicia la LIBERTAD. Porque nuestras ambiciones no provienen de los cielos, son más humildes, mundanas y fácilmente realizables si puedes pagar para acceder a ellas. Quien paga adquiere lo que busca, se contenta y contenta a quien es pagado, que tiene sus propias pequeñas ambiciones (contentura añadida para quien paga). La LIBERTAD se puede comprar. Si tienes la LIBERTAD, el camino hacia la FELICIDAD está despejado, porque la FELICIDAD depende solo de uno mismo.

    ---***---

    La Libertad es una posibilidad para cada día que con cada día se aleja más y más.
    En cualquier caso, quiero dejar constancia de una apreciación personal:
    No creo que existiera ni exista premeditación, grupos ocultos de poder que hayan diseñado el anárquico y desalentador orden social actual o pasado. Lo que tenemos lo hemos conseguido entre todos, desde nuestra incertidumbre espiritual, abrumados ante tanta soledad cósmica y una descorazonadora falta de fe que ninguna de las deidades invocadas durante siglos y siglos ha conseguido desplazar.

    Gracias por sus opiniones y por involucrarse de este modo. Francamente, es un lujo tener visitas y comentarios como estos.

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  7. Siempre hay un porcentaje (casualmente, 20 o 30 %) de esclavos voluntarios en cualquier grupo humano. Gente que, cuando la pisotean, es feliz sintiendo el calorcito protector de una bota.

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