Estreno canción junto a Barbara Milian en mi canal de Youtube.
"Acertijo".
"Acertijo".
La letra de la canción es en décimas. A finales del siglo pasado mi comunicación con mi hermano Pedro Alfonso era a través de emails, él desde Chile yo desde España. Pedrito solía escribir los suyos en décimas y no había quien detuviera la controversia. Estas décimas del texto de la canción son una de mis respuestas.
La música comencé a hacerla en 2013. También por email, le envié a Barbara el texto y el fragmento de música que yo había compuesto hasta el momento. Recibí de respuesta un mp3 con la música que faltaba. Dijo "una propuesta" pero a mí me pareció maravillosa.
Ahora la hemos grabado y arropado con imágenes. Esperamos les guste.
La música comencé a hacerla en 2013. También por email, le envié a Barbara el texto y el fragmento de música que yo había compuesto hasta el momento. Recibí de respuesta un mp3 con la música que faltaba. Dijo "una propuesta" pero a mí me pareció maravillosa.
Ahora la hemos grabado y arropado con imágenes. Esperamos les guste.
"Acertijo" - Interpretes: Rubén Aguiar y Barbara Milian
Letra: Décimas de Rubén Aguiar Muñoz
Música: Rubén Aguiar y Bárbara Milian
Letra: Décimas de Rubén Aguiar Muñoz
Música: Rubén Aguiar y Bárbara Milian
Acertijo
Afuera, la madrugada.
A mi lado, mi mujer.
En mi pecho, sin nacer,
la décima desvelada.
Al norte, la tan soñada
Francia, romántica y loca.
Al sur, África que evoca
a los abuelos. Al Este,
la guerra. Y en el Oeste
la tierra que me convoca.
A mi lado, mi mujer.
En mi pecho, sin nacer,
la décima desvelada.
Al norte, la tan soñada
Francia, romántica y loca.
Al sur, África que evoca
a los abuelos. Al Este,
la guerra. Y en el Oeste
la tierra que me convoca.
Arriba, el cielo infinito.
Abajo, el polvo al que voy.
A un lado, el calor que doy.
Al otro, el que necesito.
Delante de mí, inaudito,
un futuro ¿luminoso?
Detrás, el feroz acoso
del pasado. Y cada día
más cerca la lejanía,
más lejos lo provechoso.
Abajo, el polvo al que voy.
A un lado, el calor que doy.
Al otro, el que necesito.
Delante de mí, inaudito,
un futuro ¿luminoso?
Detrás, el feroz acoso
del pasado. Y cada día
más cerca la lejanía,
más lejos lo provechoso.
En mis manos, la guitarra.
En mis piernas, el camino.
En mis ojos, el destino.
En mi oído, la cigarra.
En mi cabello, la garra
del tiempo, el intolerante.
En mi ceño el más constante
fruncir. Mi espalda desnuda.
En mi palabra, la duda.
En mi elección, el amante.
En mis piernas, el camino.
En mis ojos, el destino.
En mi oído, la cigarra.
En mi cabello, la garra
del tiempo, el intolerante.
En mi ceño el más constante
fruncir. Mi espalda desnuda.
En mi palabra, la duda.
En mi elección, el amante.
Así vuelvo a andar, disuelto
en la vida, que transcurre
con tanta prisa que aburre.
Libre, como un verso suelto,
con mi música he resuelto
imposibles acertijos.
Y voy como van los hijos
del campo, con el arado
sobre mi rostro grabado
de rústicos escondrijos.
en la vida, que transcurre
con tanta prisa que aburre.
Libre, como un verso suelto,
con mi música he resuelto
imposibles acertijos.
Y voy como van los hijos
del campo, con el arado
sobre mi rostro grabado
de rústicos escondrijos.
Afuera, la madrugada.
Adentro, el amanecer.
Delante lo por hacer.
Detrás lo que fue y es nada.
A la vera, la tonada.
Al pairo, lo que medito.
Arriba, el cielo infinito.
Abajo, el polvo al que voy.
A un lado, el calor que doy.
Al otro, el que necesito.
Adentro, el amanecer.
Delante lo por hacer.
Detrás lo que fue y es nada.
A la vera, la tonada.
Al pairo, lo que medito.
Arriba, el cielo infinito.
Abajo, el polvo al que voy.
A un lado, el calor que doy.
Al otro, el que necesito.
(Madrid. Abril de 1999)
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